El Paraíso (Honduras), 29 jul (EFE).- Representantes de la
empresa privada de El Paraíso, en el oriente de Honduras, pidieron
hoy a la esposa del depuesto presidente Manuel Zelaya que abandone
esta ciudad, fronteriza con Nicaragua, por la situación que están
viviendo derivada del derrocamiento de su marido.
La petición fue planteada a Xiomara Castro en una reunión en la
Casa de la Cultura de la ciudad de El Paraíso, moderada por el
alcalde, Ovidio Segura, y en la que participó el cura párroco,
Ferdinando Castriotti, quien le dijo a ella que también son
importantes los derechos humanos de los habitantes de esta zona.
Los empresarios plantearon a la esposa de Zelaya que "por favor
comprenda" la situación que vive El Paraíso, con un toque de queda
que ya lleva casi una semana, impuesto por el Gobierno de Roberto
Micheletti ante la presencia de seguidores del depuesto presidente,
que esperan su ingreso desde Nicaragua.
Además, le dijeron que ellos mismos, incluido el cura párroco,
pueden acompañarla hasta el paso fronterizo de Las Manos para que
pueda verse con su esposo, aunque "solamente su familia".
Castro dijo que las personas que la acompañan son unas 60 e
insistió en que teme que su vida y la de ellas corra peligro.
Xiomara Castro salió de un modesto hotel resguardada de varios
seguidores del presidente depuesto que exigen su restitución, tras
ser derrocado el 28 de junio pasado, y se trasladó en un vehículo
hasta la Casa de la Cultura, acompañada, además, por el alcalde.
Los accesos al hotel donde se aloja Castro están acordonados por
militares, aunque a la Casa de la Cultura también la acompañó
personal de la Policía.
Hay presencia policial y militar, además, frente a la Casa de la
Cultura de El Paraíso, donde también permanece una treintena de
curiosos y algunos elementos que le brindan protección a Castro.
En un momento de la conversación, Xiomara Castro lloró y dijo que
podía entender la posición de los empresarios, entre ellos el ex
ministro de Agricultura Mario Nufio, pero no de un representante de
la iglesia, en alusión a Castriotti.
El alcalde pretendía que en la reunión con Castro y los
representantes del sector privado no estuviera la prensa, pero un
grupo de periodistas, entre ellos un corresponsal de Efe, han
logrado quedarse en el interior.
Antes de que comenzara la reunión, Castro, quien ignoraba el tema
que le iban a plantear, dijo a Efe que su objetivo sigue siendo
"llegar hasta Las Manos a reunirme con mi esposo y que sus hijos se
abracen con su padre".
Entre las personas que acompañan a Castro figuran el presidente
del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras
(CODEH, privado), Andrés Pavón, y la ex ministra del Instituto
Nacional de la Mujer, Doris García.
Castro también dijo a Efe que ayer le han "mentido" cuando le
dijeron, incluso presentándole un hábeas corpus, que podía llegar
hasta la frontera acompañada de unas 2.000 personas.
Pero resulta que una vez en El Paraíso, procedente de un retén
donde estuvo varios días, se le planteó que solo podrían acompañarla
miembros de su familia.
El juez Nery Velásquez, ejecutor de la orden, dijo ayer que el
problema que se dio fue que Castro quería llegar hasta la frontera
con unas 1.000 personas y al parecer pretendía hacer un mitin
político.
Dirigentes de los empresarios dijeron que plantearon la situación
a Castro por iniciativa propia, pero que pueden hacer contactos con
autoridades locales para facilitar su llegada hasta Las Manos.
El productor de café Nelson Pagoaga le dijo a Castro que él está
dispuesto a sacrificar su vida, si es necesario, para defenderla.
Una de las razones principales que ellos plantean son las
pérdidas económicas que representa para El Paraíso el toque de
queda, lo que, según los empresarios, afecta a todos los sectores.
Además, los empresarios le aclararon que no la están expulsando
del país, porque es una hondureña, sino que comprenda que su
presencia está provocando muchas incomodidades.
Incluso, le reiteraron su aprecio, respeto y admiración como
primera dama. EFE
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(Con fotografía y vídeo)