París, 25 may (EFE).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) redujo hoy sus previsiones de crecimiento para Brasil tanto para este año como para el próximo, en un contexto de tensiones inflacionarias.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula ahora, en su informe semestral de Perspectivas Económicas, que el incremento del PIB de Brasil, tras el tirón del 7,5 % constatado en 2010, será este año del 4,1 % y no del 4,3 % que auguraba en noviembre pasado.
Para 2012, el crecimiento será del 4,5 % en lugar del 5 % esperado hace seis meses, de acuerdo con el nuevo informe, cuyos autores destacaron que la ralentización de la demanda interna es consecuencia del endurecimiento de la política monetaria.
Subrayan el efecto de la apreciación del real, que fue del 9 % durante el pasado ejercicio, y las intervenciones para hacerle frente por parte del banco central, que han incrementado su nivel de reservas a una cifra próxima a los 300.000 millones de dólares.
También señalan que los incrementos sucesivos del impuesto que grava las operaciones financieras desde el exterior no ha restringido los flujos de entrada de capital de forma sostenida.
El conocido como el "Club de los países desarrollados" hizo referencia al recorte anunciado por las autoridades brasileñas de 50.000 millones de reales en el presupuesto federal de este año, equivalente al 0,5% del PIB, y consideró que los primeros signos de la evolución de la recaudación fiscal "son prometedores".
Pero sobre todo subrayó que "se reforzaría la credibilidad de la consolidación fiscal con un compromiso en un programa presupuestario plurianual, que garantizara a los mercados que no se retirarán esas medidas en los próximos años".
La OCDE consideró que las presiones inflacionarias van a persistir aunque se estabilice el precio de las materias primas, y así calcula que la inflación subirá este año (tras el 5,9 % en 2010) hasta una media del 6,6 %, y se moderará relativamente en 2012 al 5,1 %.
Advirtió de que la estrategia del banco central de un enfoque gradual para controlar la inflación "no está exenta de peligros" ya que la inflación subyacente -la que excluye los precios de la energía y de los alimentos, más volátiles- podría repuntar y eso poner en cuestión la credibilidad de las autoridades monetarias.
Además, añadió que los flujos de capitales podrían exacerbar esas presiones inflacionistas, mientras que una política para yugular las entradas de esos flujos amenazaría con reducir el crecimiento económico.
La OCDE, no obstante, también contempla la posibilidad de que sus previsiones para Brasil se queden cortas en el caso de que los proyectos de infraestructuras avancen más rápidamente de lo programado. EFE