Ginebra, 14 oct (EFE).- La plaza financiera suiza mantiene un
alto nivel de competitividad que va más allá del secreto bancario,
que Suiza ha aceptado rebajar en recientes acuerdos suscritos con 16
países, aseguró hoy el presidente de un gremio de bancos que opera
en Ginebra y socio del banco privado Pictet, Iván Pictet.
En un encuentro anual con la prensa, el banquero dijo que esos
acuerdos de doble imposición no prevén el intercambio automático de
información (bancaria), "de modo que el cliente mantendrá una
protección casi total de su esfera privada".
Sostuvo que en ningún lugar se puede desarrollar una actividad de
banca privada "sin una relación de confianza entre el cliente y su
banco", la que puede adoptar diferentes formas jurídicas.
El Gobierno suizo ha modificado acuerdos de doble imposición con
16 países para adaptarlos a la norma sobre transparencia fiscal de
la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE),
tras una campaña internacional del G20 -lanzada por Francia y
Alemania- contra los "paraísos fiscales", cuyo principal estandarte
ha sido tradicionalmente el secreto bancario.
Suiza recibió la amenaza directa de ser incluida en una "lista
negra" de esos paraísos y, como un primer paso, se le incorporó a
una "lista gris", de la que salió hace un par de semanas tras haber
revisado la noción de secreto bancario y eliminado la distinción
entre evasión y fraude fiscal, de los que sólo el última era
considerado un delito.
En ese sentido, el presidente de la Fundación "Geneve Place
Financière" reconoció que "las garantías en materia fiscal que
ofrecía el secreto bancario no son las mismas que antes", pero
recordó que tampoco lo son en las plazas financieras que compiten
con la Suiza, que también han tenido que hacer concesiones al G20.
Pictet lamentó que Suiza "haya cedido tan rápido al chantaje del
G20" en materia de flexibilización del secreto bancario.
"En el futuro, la confidencialidad (de la banca suiza) se
mantendrá en lo esencial, aunque no se podrá ofrecer un secreto
total a los ciudadanos de los países con los que se han firmado
acuerdos de doble imposición", recalcó.
Precisó que las estadísticas muestran que la clientela
trasnacional es inferior al 20 por ciento de los fondos gestionados
por los bancos que operan en territorio helvético.
Por otra parte, Pictet aseguró que a pesar de los problemas que
han afectado en los últimos meses la plaza financiera helvética,
ésta sigue siendo atractiva particularmente para los inversores de
Oriente Medio y, en menor medida, de Europa oriental y Rusia.
Esta tendencia que equilibra en algo la disminución de clientela
europea y norteamericana. EFE