Washington, 6 oct (EFE).- Las economías asiáticas continúan su
liderazgo de la recuperación global y se espera que este año la
región crezca un 7,9%, señala hoy el Fondo Monetario Internacional
(FMI).
En su informe semestral "Perspectivas Económicas Mundiales", el
FMI pronostica también un crecimiento del producto interior bruto
(PIB) del 6,7% para el año que viene en la región.
Esa relativa caída prevista para el año próximo obedece a la
reducción progresiva de las políticas de estímulo y los ajustes de
la política fiscal y monetaria donde haya indicios de inflación.
A corto plazo, China y la India se mantienen como los grandes
motores de la región, mientras que las perspectivas económicas
japonesas están débiles, dada la escasez de la demanda y la falta de
margen fiscal para estimular la economía.
En China, el crecimiento real del PIB alcanzó el 10,3% en el
segundo trimestre del año, debido a los progresos en el sector
privado, y el crecimiento registrará una media del 10,5% en 2010 y
del 9,6% en 2011.
En la India, la producción industrial se encuentra en su nivel
más alto de los últimos dos años, y el crecimiento para este año se
calcula en el 9,7%, y para 2011 del 8,4%.
La fortaleza de ambas economías se trasladará a otras en la
región y los países de la ASEAN (sureste asiático), en especial
aquellos que exportan electrónica y materias primas, crecerán un
6,6% este año.
En Japón, las exportaciones contribuyeron a una mejora de las
perspectivas en la primera mitad de año pero el enfriamiento de la
economía de EEUU y la apreciación esporádica del yen afectará a las
ventas al exterior.
El crecimiento del PIB para este año en Japón se prevé del 2,8%,
y del 1,5% para el año próximo.
Entre los desafíos que prevé el Fondo para la región se encuentra
la incertidumbre sobre el clima económico internacional y el efecto
que pueda tener una recuperación más débil de lo esperado en EEUU o
Europa.
Esos riesgos, apunta el Fondo, "se ven contrarrestados de algún
modo por una recuperación aún más rápida de la actividad del sector
privado"
A medio plazo, las perspectivas para Asia dependerán de cómo la
región reequilibre los motores de su crecimiento, y se apoye más en
factores internos que en la demanda externa.
En China, ese reequilibrio es "crítico para mejorar el papel del
consumo familiar en el crecimiento doméstico", señala el informe,
que considera que "en la medida que una moneda china más fuerte
facilite ese proceso, otros países con superávit comercial en la
región podrían sumarse".
El Fondo sugiere también una combinación de medidas como la
apreciación de la moneda o la eliminación de cuellos de botella
estructurales que bloquean la inversión o el consumo interno.
La política fiscal también debe calibrarse de modo muy cuidadoso
para evitar un calentamiento de las economías o, en el otro extremo,
un ahogo de la actividad económica.
La política monetaria, recuerda, debe "responder al ciclo
interno, esto es, las perspectivas de inflación".
Al mismo tiempo, el Fondo también ve, con la mejora de la
situación económica, que "ha llegado el momento de comenzar a
retirar medidas especiales de apoyo introducidas durante la crisis"
y se deben introducir ahora reformas estructurales específicas para
cada país.
Así, recomienda para China reformas del sistema de pensiones y de
la sanidad, una mayor flexibilidad del mercado de trabajo en China,
Malasia o Filipinas y la promoción de las inversiones entre las
pequeñas y medianas empresas, para Japón. EFE