Teherán, 1 nov (EFE).- Los bancos iraníes abrirán más de 36
millones de cuentas para permitir que la población acceda al nuevo y
polémico plan de reforma del Gobierno que sustituye los subsidios
por ayudas directas en metálico a las familias.
Según el diario local Jam-e Jam, el responsable interino del
Ministerio de Bienestar Social, Nadali Olfatpour, ha recibido el
encargo de preparar una escala con varios niveles, ajustada al
estatus económico de los iraníes, para organizar el reparto.
"El centro Nacional de Estadísticas pondrá a nuestra disposición
la información sobre los primeros cinco niveles, y se ingresará la
ayuda, que llegará a ocho millones de familias", afirmó el
responsable, a quien cita la publicación.
De acuerdo con Olfatpour, se está creando un programa informático
para cruzar datos con las entidades bancarias.
El responsable no especifica, sin embargo, cuándo comenzará a
llegar el dinero a los 36 millones de cuentas, cifra que supone la
mitad aproximadamente de la población del país.
Sin embargo, el diputado Husein Ibrahimi declaró el sábado a la
agencia de noticias local Mehr que la fecha para la aplicación del
plan de reforma económico "dependerá de las percepción de los
diputados".
Pero "si no se establece una fecha, el Gobierno podrá hacerlo tan
pronto como tenga la aprobación del Consejo de Guardianes", advirtió
el clérigo.
El controvertido plan de eliminación de los subsidios fue
aprobado el pasado octubre por el Parlamento iraní después de que la
propia Cámara lo desestimara el pasado marzo, durante la votación de
los presupuestos generales del Estado.
Para que entre definitivamente en funcionamiento, debe ser antes
ratificado por el Consejo de Guardianes, segundo órgano de poder en
el país.
Defendido a ultranza por el presidente Mahmud Ahmadineyad, el
plan ha recibido innumerables críticas, sobre todo de diputados y
economistas locales que creen que disparará la ya alta inflación que
sufre el país.
El Ministerio de Economía replicó, semanas atrás, que tendrá un
efecto contrario, ya que en su opinión "atacará a sus raíces" y
frenará el consumo de la población.
Según el Gobierno, los subsidios son una carga en la economía
nacional y solo benefician a aquellos que tienen una situación
pudiente.
Además, el recorte paulatino de los subsidios durante el próximo
lustro en el combustible hará menos vulnerable a las amenazas
externas al reducir con ello el consumo, agregó.
El diario Sarmayeh explica hoy, por su parte, que la ayuda en
metálico alcanzará al 70 por ciento de la población, incluidos los
niños, pero critica que apenas contribuirá a cubrir las subidas que
se calculan en el precio de la electricidad y el gas.
En este sentido, algunos diputados, como el clérigo Hesmatolah
Falahatpisheh, han advertido de que existe la amenaza de que muchas
de las personas que realmente necesiten los subsidios ahora no los
reciban.
"Dejar a un amplio sector de la población sin subsidios creará
división entre los distintos grupos socio-económicos", señaló el
haytoleslam en declaraciones divulgadas por la agencia Mehr.
"Además, el 30 por ciento de la información (sobre el nivel
económico de las familias) es sospechoso, y eso causa preocupación",
avisó. EFE