Washington, 27 jul (EFE).- El presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, cree que la actual crisis financiera tiene también su
parte positiva, ya que podría enseñar a los estadounidenses a ser
más ahorradores.
Bernanke, en una reunión con gente de a pie promocionada por la
cadena de televisión pública PBS y difundida hoy por los medios de
comunicación, reconoció que fueron muchos los factores que se
combinaron para crear la peor crisis financiera desde la Gran
Depresión y "posiblemente incluida la Gran Depresión".
Pero, indicó que el aspecto positivo es que "la gente, que vio lo
ocurrido con sus planes de ahorro para la jubilación, ha empezado a
ahorrar más".
"La gente está adoptando buenos hábitos, de forma que no solo
retornaremos a la prosperidad, sino que la economía será más fuerte
que antes de que todo esto empezara", según Bernanke.
El funcionario defendió las medidas extraordinarias que ha tomado
la Reserva Federal, incluida la reducción de la tasa de interés de
referencia, que está entre 0 y 0,25 por ciento; la inyección de
miles de millones de dólares en los mercados de crédito, y la
adquisición de bonos del Tesoro y deuda hipotecaria.
Bernanke, nombrado presidente de la Reserva en 2006 por George W.
Bush, encara el término de su mandato en seis meses, y se espera que
el presidente Barack Obama lo postule para un segundo período.
Durante su diálogo ante una audiencia de unas 190 personas,
Bernanke expresó su optimismo acerca de la economía de Estados
Unidos, pero también dijo, irónicamente, que las dificultades de
predecir el futuro económico son tantas que hace que "la predicción
meteorológica parezca una ciencia exacta".
El funcionario manifestó que la actual crisis financiera podría
haber sido "más virulenta" que la Gran Depresión de 1930, y para
encararla tuvo que hacer cosas que le disgustaron.
"Yo no quise ser quien presidiera la Reserva en una segunda gran
depresión", declaró Bernanke.
"La Reserva Federal ha estado apretando el acelerador al máximo y
esperamos que esto nos lleve a una recuperación en el curso del
próximo año".
Bernanke dijo que, desde que estalló la crisis financiera el año
pasado, tuvo que "taparse las narices" e intervenir en ayuda de
grandes instituciones al borde de la quiebra y consideradas
"demasiado grandes como para permitir su colapso".
"Nada me hizo sentir más enojado, más frustrado que tener que
intervenir para sustentar a esas firmas que habían incurrido en
riesgos insensatos y estaban al borde de la bancarrota", señaló
Bernanke.
El presidente de la Reserva abogó por nuevas leyes que permitan
que las empresas financieras, que no sean bancos, puedan liquidar su
operación sin ir a la bancarrota. EFE