Paco G. Paz
Washington, 14 abr (EFE).- El presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, confirmó hoy que la economía estadounidense crece con
moderación, aunque advirtió de la lenta recuperación laboral y del
alto déficit fiscal, que obligará al Gobierno a tomar "decisiones
difíciles".
En una comparecencia ante el Congreso para dar a conocer las
perspectivas económicas del país, Bernanke dijo que, en términos
generales, la economía de EE.UU. está en la senda de la
recuperación, después de haberse visto inmersa en la peor recesión
de los últimos 70 años.
Tras un año de contracción, la economía estadounidense comenzó a
crecer en el tercer trimestre de 2009, en tanto que las empresas han
comenzado a dar salida a los inventarios acumulados durante la
crisis y a aumentar la producción.
La Reserva Federal (Fed) ha incentivado la recuperación económica
con varios programas de compra de activos y con unos reducidos tipos
de interés, que se encuentran por debajo del 0,25 por ciento desde
diciembre de 2008.
En su comparecencia, Bernanke sostuvo, utilizando el lenguaje
habitual de la Fed, que los tipos se mantendrán bajos "por un
extenso periodo de tiempo".
La rapidez con la que Estados Unidos saldrá definitivamente de la
crisis dependerá, según Bernanke, de dos factores, como es el
consumo privado, que ha estado frenado en los dos últimos años, y la
inversión empresarial.
"En términos generales, los datos más recientes sugieren que la
demanda interna será suficiente para promover un crecimiento
económico moderado", apuntó el máximo responsable de la política
monetaria estadounidense, quien resaltó, además, que no se están
produciendo tensiones inflacionistas.
No obstante, afirmó, EE.UU. tiene ante sí algunos obstáculos,
entre ellos la debilidad del sector inmobiliario y del mercado
laboral, y las dificultades de las familias y las empresas para
acceder a los créditos.
El mercado del trabajo, indicó Bernanke, fue duramente castigado
durante la crisis y, aunque el ritmo de despidos se ha ralentizado,
reconoció que "llevará tiempo restaurar los 8,5 millones de empleos
que se han perdido en los dos últimos años".
Si bien la economía, en su conjunto, comenzó a crear empleos en
marzo pasado, existen indicios que son desalentadores, como el hecho
de que uno de cada diez estadounidenses en edad de trabajar esté
desempleado.
"Estoy particularmente preocupado por el hecho de que en marzo,
el 44 por ciento de los desempleados ha estado sin trabajo durante
al menos seis meses", añadió el presidente de la Fed.
Otra de las grandes sombras que planean sobre la mayor economía
del mundo es, según Bernanke, el alto déficit que arrastra el país,
que en el ejercicio fiscal 2009 alcanzó los 1,4 billones de dólares,
el 9,9 por ciento del producto interior bruto (PIB).
El economista explicó que ahora que la recuperación ha comenzado
y se necesita un menor estímulo fiscal, las previsiones son reducir
el déficit en los próximos diez años a un nivel de entre el 4 y el 5
por ciento, en tanto que la deuda pública se situará sobre el 70 por
ciento del PIB.
No obstante, este escenario está basado en determinadas
condiciones, como que el Gobierno no extienda los recortes de
impuestos vigentes y contenga el gasto público.
Sin estos requisitos, advirtió Bernanke, el déficit podrá
regresar al nivel del 9 por ciento de PIB en 2020, en tanto que la
deuda alcanzaría el 100 por ciento del producto interior bruto.
El responsable de la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos
urgió al Gobierno y a los legisladores a afrontar este problema si
se quiere mantener "la confianza de los mercados financieros y del
público en general".
"Atender estos problemas a tiempo es importante, no sólo para
mantener la credibilidad, sino también para llevar a cabo los
ajustes necesarios sin apuros", apuntó.
"En otras palabras -indicó- afrontar los problemas fiscales del
país requiere tomar decisiones difíciles, pero posponerlas sólo lo
hará más difícil". EFE