México, 29 oct (EFE).- El ministro de Hacienda de México, Agustín
Carstens, minimizó hoy el debate entre el Gobierno y empresarios, y
afirmó que no se pretende dañar a las empresas, ya que la mayoría de
éstas pagan impuestos "y los pagan bien".
Esta mañana el presidente mexicano, Felipe Calderón, calificó de
inaceptable que los grandes corporativos exijan recortes del gasto
al Gobierno o impuestos a los pobres, "pero que a la hora de ver sus
cifras, en promedio pagan el 1,7 por ciento de impuestos durante
varios años. Esto ya no puede ser".
Los empresarios respondieron con una fuerte crítica contra las
propuestas fiscales del Gobierno a las que calificaron de "medidas
mal concebidas, mal fundadas, y retroactivas, y aseguraron que ellas
invierten y generan los empleos".
El Senado mexicano discute actualmente la Ley de Ingresos
aprobada por los diputados la semana pasada, en la que se incluyeron
diversos aumentos de impuestos a las telecomunicaciones, sobre la
renta y al valor agregado, y a otros productos, lo que provocó el
rechazo de diversos sectores.
Carstens admitió que las empresas de todos los tamaños
contribuyen a sufragar el gasto público y afirmó que los grandes
contribuyentes, sin considerar a la petrolera Pemex, aportaron el
año pasado, "más del 35% del total de la recaudación neta".
No obstante, el titular de la política económica del Gobierno
explicó que "hay consorcios y empresas de gran tamaño que "eluden
dicho compromiso aprovechando espacios para disminuir al máximo
posible sus contribuciones".
"En esto consiste la llamada elusión fiscal. La elusión sin
constituir por sí misma un delito sí es una práctica que lesiona el
interés de la sociedad y de la Nación", dijo Carstens.
Explicó que las propuestas tributarias del Gobierno buscan cubrir
las deficiencias, los huecos en las estructura recaudatoria para
lograr que todas cumplan sus obligaciones fiscales.
Carstens pidió no confundir el debate, y aseguró que el problema
consiste en eliminar los defectos de diseño de las leyes fiscales
que permite un bajo pago de impuestos, y agregó que lo que se busca
es fortalecer el denominado régimen de consolidación fiscal.
El régimen de consolidación fiscal permite equilibrar las
pérdidas y ganancias de diversas empresas pertenecientes a un
consorcio, y fue adoptado para estimular a las empresas "que
tributan como si fuesen una sola unidad económica", explicó.
El ministro señaló que este esquema permite diferir el pago de
impuestos, pero algunas empresas permanecen sin pagar varios años.
"Basta señalar que los grandes contribuyentes en México pagaron
en promedio durante 2007 y 2008 una tasa efectiva de impuesto de 1,8
por ciento respecto de sus ingresos acumulables", indicó Castens.
El ministro explicó que la propuesta del Gobierno solo busca que
se pague el impuesto que ya se debe y que los impuestos diferidos no
puedan diferirse más de cinco años, "en comparación con la situación
actual en la cual esto no está precisado".
Añadió que los cambios no son retroactivos, ni afecta a las
empresas, y solo proporciona certeza a las compañías para evitar el
aplazamiento excesivo del pago.
Reiteró que el difícil momento que vive el país exige de todos
una "aportación proporcional a sus capacidades" y no se pretende
vulnerar la solvencia de las empresas. EFE