Carlos A. Moreno
Manaos (Brasil), 26 nov (EFE).- Brasil reducirá en 1,2 millones
de toneladas sus emisiones anuales de dióxido de carbono (CO2) con
la inauguración hoy de un gasoducto construido en plena Amazonía,
que le permitirá sustituir por gas natural el diesel usado para
abastecer de energía la mayor ciudad de la región.
La iniciativa es otro de los proyectos de Brasil para reducir sus
emisiones de gases contaminantes en al menos un 36%, objetivo
anunciado el mes pasado por el Gobierno y que será presentado en la
Cumbre sobre cambio climático de Copenhague el próximo mes.
"Asumimos el compromiso de reducir las emisiones contaminantes
entre un 36,1 y un 38,9% y, con obras como ésta, queremos mostrarles
a nuestros amigos estadounidenses y europeos que aquí en Brasil
hablamos menos y hacemos más", dijo el presidente brasileño, Luiz
Inácio Lula da Silva, en la inauguración del gasoducto.
"Este gasoducto es una demostración de la seriedad del compromiso
claro y cuantificable que presentaremos en Copenhague", afirmó la
ministra brasileña de la Presidencia, Dilma Rousseff.
"La Amazonía consume más del 90% del diesel para electricidad de
Brasil y, con el gas, reduciremos significativamente las emisiones",
agregó Rousseff, la favorita de Lula para sucederle como jefe de
Estado.
El gasoducto Urucu-Manaos, una tubería de 661 kilómetros de
longitud tendida en medio de la selva amazónica, ofrecerá gas para
Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía (1,8 millones de habitantes).
La tubería transportará inicialmente 4,1 millones de metros
cúbicos de gas natural diarios procedentes de Urucu, un gigantesco
yacimiento descubierto en medio de la mayor selva tropical del
mundo.
El gasoducto, que costó 4.500 millones de reales (2.616,3
millones de dólares), permitirá que las siete plantas térmicas de
Manaos que ahora usan diesel para producir 725 megavatios de energía
y abastecer una ciudad desconectada del sistema eléctrico nacional,
pasen a consumir gas natural, combustible menos contaminante y caro.
La sustitución reducirá en cerca del 30% las emisiones de dióxido
de carbono en Manaos, lo que, según los cálculos de Petrobras,
corresponde a 1,2 millones de toneladas gases contaminantes al año.
La obra le ayudará a Brasil a cumplir parte del "compromiso
voluntario" que asumió de reducir sus emisiones de gases causantes
del efecto invernadero de entre un 36,1% y un 38,9% en relación a lo
que se preveía que lanzaría en 2020.
Según el Inventario Brasileño de Carbono presentado hoy por el
Gobierno, las emisiones de gases contaminantes del país saltaron un
62% entre 1990 (1.360 millones de toneladas) y 2005 (2.200 millones
de toneladas).
Esos datos convierten a Brasil en el generador de cerca del 4,5%
de las emisiones mundiales y lo sitúan en el quinto lugar entre los
países que más contaminan.
Según el mismo inventario, las emisiones provocadas por el sector
energía, lo que incluye las plantas termoeléctricas como las de
Manaos, generan el 16,4% de los lanzamientos.
La principal causa de las emisiones brasileñas es la
deforestación de la Amazonía, con el 57,5% del C02 vertido en la
atmósfera en 2005.
Eso llevó al Gobierno a asumir el compromiso de disminuir la
deforestación de la Amazonía en un 80% en 2020 con respecto al
promedio anual medido entre 1996 y 2005.
Los esfuerzos ya comenzaron a dar resultado y, según un informe
divulgado el mes pasado, la destrucción de la selva amazónica en el
último año cayó en un 45% con respecto a la del año inmediatamente
anterior y fue la menor en los últimos 21 años. EFE
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