Teresa Bouza
Estambul (Turquía), 1 oct (EFE).- América Latina volverá a la
senda del crecimiento en el 2010 ayudada por el empuje brasileño que
permitirá a la región crecer un 2,9 por ciento el próximo año tras
sufrir una contracción del 2,5 por ciento en el 2009.
Esas son algunas de las conclusiones del informe semestral
"Perspectivas Económicas Mundiales" divulgado hoy por el Fondo
Monetario Internacional (FMI) en el marco de los actos previos a su
asamblea anual conjunta con el Banco Mundial en Estambul (Turquía).
El organismo había pronosticado en julio que el Producto Interior
Bruto (PIB) de la zona caería un 2,6 por ciento este año y
aumentaría un 2,3 por ciento el que viene.
"El país que está liderando la recuperación es Brasil", afirmó
hoy en rueda de prensa Jörg Decressin, economista del FMI.
Decressin indicó, en ese sentido, que "tras sufrir una modesta
contracción en 2009" del 0,7 por ciento, el PIB brasileño aumentará
un 3,5 por ciento en 2010.
El economista indicó que en líneas generales América Latina ha
capeado mucho mejor esta crisis que otras anteriores, lo que
calificó como "un testimonio de la fortaleza de los marcos
macroeconómicos" en muchos de los países de la zona.
En ese sentido, el estudio del FMI hace hincapié en que los
marcos fiscales más sólidos propiciaron la puesta en marcha de
paquetes de estímulo, que fluctuaron desde el 0,5 por ciento del PIB
en Brasil a alrededor del tres por ciento en Chile.
Aun así, el FMI destaca en su informe que la recuperación no será
"uniforme" en toda la región.
Entre los países que saldrán con más fuerza de la crisis están,
además de Brasil, Perú, que se espera crezca un 5,8 por ciento en
2010, desde el 1,5 por ciento este año.
También destaca la evolución de Chile, que crecerá un 4 por
ciento en 2010 tras haberse contraído un 1,7 por ciento en 2009.
Menos bríos tendrá México, el país más golpeado por la crisis y
cuya recuperación será más lenta que la del resto de grandes
economías de la zona debido a su gran dependencia de Estados Unidos
y de las exportaciones de productos manufactureros.
En concreto, el FMI calcula que el PIB mexicano se contraerá un
7,3 por ciento en 2009 y crecerá un 3,3 por ciento en 2010.
En términos generales todas las economías de la zona registrarán
en 2010 tasas de crecimiento positivas, con la excepción de
Venezuela, que experimentará una contracción del 0,4 por ciento,
tras un crecimiento negativo del dos por ciento para este año.
En el terreno positivo, el informe del Fondo destaca que los
flujos de capital han vuelto a la región y la producción industrial
ha repuntado en muchas economías, sobre todo en Brasil.
El estudio insiste en la esperada caída de la inflación, que se
prevé disminuya desde el alrededor del ocho por ciento en 2008, al
6,1 por ciento este año y el 5,2 por ciento el próximo.
Venezuela seguirá siendo la excepción a la regla, con tasas de
inflación que rondarán el 30 por ciento este año y el próximo,
debido en gran parte al elevado gasto público.
El Fondo recuerda también que sigue existiendo polémica sobre la
fiabilidad de los datos inflacionarios divulgados por el Gobierno
argentino, aunque Decressin celebró hoy los mayores esfuerzos del
Ejecutivo para lograr una mayor transparencia en ese frente.
"Damos la bienvenida a todos los esfuerzos de nuestros estados
miembro para mejorar las estadísticas", dijo el economista.
Por lo demás, el organismo indicó que los mayores programas de
cobertura social han mitigado los costes sociales de la crisis.
Aun así, la caída de los precios del petróleo y la menor
actividad económica han provocado un fuerte deterioro en los
balances fiscales de economías como la venezolana, lo que a su vez
ha reducido el espacio para paquetes de estímulo adicionales
El Fondo subrayó también que aunque los riesgos han disminuido
todavía existen motivos para la preocupación.
"Una recuperación global más débil de lo previsto podría provocar
una caída simultánea de las exportaciones y las remesas", alertó la
institución, que señaló que eso frustraría las posibilidades de
mejora en algunas economías del área.
Además, un empeoramiento de la situación financiera global podría
"aumentar los costes de financiación y reducir los flujos de
capital, lo que afectaría a algunos de los gobiernos y empresas más
vulnerables de la región". EFE