Londres, 28 nov (EFE).- Todd Stitzer, consejero delegado de la
empresa chocolatera británica Cadbury, mira con buenos ojos una
posible oferta de la estadounidense Hershey.
Según explica en declaraciones que publica hoy el Financial
Times, la chocolatera Hershey defiende valores culturales y éticos
similares a los de su empresa.
Cadbury fue recientemente objeto de una OPA hostil por 10.200
millones de libras (más de 11.300 millones de euros) del grupo
estadounidense Kraft, que ha rechazado.
Si Hershey encuentra el modo de financiar la operación, podría
lanzar en cambio una oferta amistosa por Cadbury, informa el
periódico.
Stitzer señaló al FT que los valores éticos de la marca Cadbury,
fundada por cuáqueros deseosos de ofrecer a los consumidores té,
café y bebidas a base de cacao como alternativas al alcohol, son muy
parecidos a los de Hershey.
Milton Hershey, fundador de la chocolatera estadounidense, se
inspiró en la aldea de Bournvill creada en el siglo XIX por los
hermanos Cadbury para los trabajadores de su fábrica de chocolate, a
la hora de construir en el Estado norteamericano de Pensilvania su
propia ciudad del chocolate, bautizada con su nombre en 1904.
"Ambas empresas las fundaron hombres de principios y visionarios
que crearon ciudades para sus empleados y apoyaron obras
benéficas...Hay una gran similitud cultural entre ambas", explicó
Stitzer al periódico.
Stitzer dijo temer que los valores de los que se precia su
compañía, que incluyen la certificación de "comercio justo" para sus
marcas de chocolate, se perderían si la comprase el conglomerado
Kraft, conocida sobre todo por el queso procesado, el café
instantáneo y el jamón.
Pese a la opinión favorable de Cadbury, no hay ninguna señal
todavía de que Hershey, o alguna otra empresa del sector interesada
como la italiana Ferrero, vaya a presentar inmediatamente una
contraoferta.
Kraft hará formalmente su oferta antes del 7 de diciembre en un
documento que presentará a los accionistas de Cadbury de aquí al 7
de diciembre y tendrá a partir de ese momento sesenta días para
convencerles. EFE