Bruselas, 22 jul (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha autorizado
hoy las ayudas por valor de 251 millones de euros previstas por el
plan de reestructuración del Gobierno polaco para salvar los
astilleros de Gdansk de la bancarrota.
La comisaria europea de Competencia se ha mostrado hoy "muy
satisfecha" por haber encontrado "una solución constructiva" a uno
de los casos más difíciles y largos con los que ha tenido que
tratar, ha recordado en un comunicado.
En junio de 2005, Bruselas decidió abrir una investigación en
profundidad para examinar si las ayudas recibidas por estos
astilleros eran compatibles con la legislación comunitaria, un
proceso que ha finalizado hoy con su aprobación.
En concreto, el Ejecutivo comunitario ha autorizado hoy las
ayudas públicas por 94 millones de euros otorgadas a los astilleros
desde 2004, año en que Polonia se adhirió a la UE, así como los
próximos 35 millones de euros previstos para la reestructuración de
la empresa.
También se han aprobado las garantías de la Corporación polaca de
seguros de crédito a las exportaciones por valor de 122 millones de
euros, de los que ya se han concedido 80 millones, mientras que los
restantes 42 se desembolsarán en el período 2009-2012.
No obstante, la decisión de hoy no abarca los 36 millones de
euros que la compañía recibió entre 2002 y 2004, antes de que
Polonia se incorporara a la Unión Europea, dado que esa ayuda queda
fuera del alcance de la decisión adoptada hoy.
En ella, Bruselas ha recalcado que el plan de reestructuración de
los astilleros, financiado en su mayor parte con recursos privados,
asegura la futura viabilidad de la empresa gracias a una estrategia
de negocio sostenible, basada en la diversificación de las
actividades de la compañía y en las sinergias con otras empresas del
mismo grupo.
Para evitar las distorsiones a la competencia que estos subsidios
hayan podido causar, se adoptarán medidas para desacelerar la
capacidad de producción.
De acuerdo con el esquema propuesto, los astilleros se han
comprometido a cerrar dos de las tres gradas existentes y a operar
con una única grada o con instalaciones de botadura alternativas,
con una producción máxima de 100.000 toneladas anuales de registro
bruto compensado.
"Hemos hecho un esfuerzo tremendo para garantizar que los
astilleros serán viables durante muchos años más. Una
reestructuración completa es el único modo de asegurar trabajos
estables para sus trabajadores", ha explicado la comisaria.
La actual propietaria de las instalaciones de Gdansk -donde en
los años 80 surgió el sindicato Solidaridad y Lech Walesa puso en
jaque al comunismo-, la empresa ucraniana ISD, habría sido incapaz
de hacer frente a la devolución millonaria de las ayudas, lo que
hubiese supuesto el final de los astilleros. EFE