Bruselas, 22 jul (EFE).- La Comisión Europea (CE) ha presentado
hoy un plan para poner en marcha el Sistema Europeo de Gestión de
Tráfico Ferroviario (ERTMS, en inglés), que prevé la equipación
progresiva de los principales ejes comunitarios de ferrocarril.
La Comisión señaló en un comunicado que el despliegue del
programa ERTMS reducirá los costes de funcionamiento del transporte
ferroviario y mejorará su eficacia en los trayectos de largo
recorrido transfronterizos, así como en los de los trenes de alta
velocidad.
Bruselas hace hincapié en que, por el momento, las líneas y los
trenes en Europa están equipados con "sistemas nacionales
incompatibles".
En ese sentido, cree que, sin un "plan coordinado" a nivel
europeo, cada estado miembro "tenderá a esperar que el país vecino
dé el primer paso", por lo que la implantación del ERTMS "no podría
hacerse sin la base de un acuerdo global" y un calendario que
indique fechas en que se deben ir equipando líneas concretas.
En la práctica, el plan europeo prevé que cerca de 10.000
kilómetros de vías estén equipados con el nuevo sistema para 2015,
una red en la que estarán incluidos importantes corredores como
Rotterdam-Génova, Amberes-Basilea o
Barcelona-Lyon-Budapest-Constanza.
Para 2020, la Comisión espera que cuenten con el sistema ERTMS
25.000 kilómetros de líneas, que unirán los principales puertos y
terminales de carga europeos.
Según Bruselas, este plan ofrece también la seguridad necesaria a
las empresas ferroviarias para que inviertan en el nuevo programa.
La Comisión prestará una cofinanciación por un valor total de 500
millones de euros, que procederán del presupuesto para las redes
transeuropeas de transportes 2007-2013, así como de los fondos
regionales y de cohesión.
El ERMTS se basa en un sistema informático que recoge información
en las vías y las envía a un ordenador situado en la locomotora, que
analiza los datos, calcula la velocidad máxima a la que puede ir el
tren y lo ralentiza automáticamente si resulta necesario.
Según Bruselas, más de 20 sistemas de señalización diferentes e
incompatibles entre sí cohabitan actualmente en las líneas
ferroviarias europeas. EFE