Bruselas, 7 ago (EFE).- La comisaria europea de Agricultura,
Mariann Fischer Boel, reconoció hoy la "complejidad" del proceso de
devolución de las ayudas estatales ilegales que recibieron los
agricultores franceses entre 1992 y 2002, pero destacó la
importancia de la operación para la transparencia del sector.
"Soy consciente de la complejidad del ejercicio emprendido por
las autoridades francesas para reunir todos los detalles sobre esas
ayudas en el periodo referido", afirmó la comisaria en un
comunicado, y aseguró que ése es el motivo por el que ha aceptado
extender el plazo de entrega del informe técnico sobre las
subvenciones.
La nueva fecha límite se ha fijado para el próximo 29 de
septiembre, aunque Bruselas reclamaba a París ese documento desde
principios de 2009, con el objeto de que finalmente las subvenciones
vuelvan al Estado francés.
Ese informe debería servir para conocer el montante preciso de
las cantidades a devolver, que la prensa francesa estima en unos 500
millones de euros, cifra no confirmada por las autoridades.
Fischer Boel también indicó que la Comisión se muestra "abierta"
a hablar sobre la evolución de un proceso "difícil pero necesario",
y agregó que "es del interés de los agricultores europeos, y de los
franceses en especial, el que todas las ayudas sean devueltas según
las reglas acordadas y de forma transparente".
El Gobierno francés anunció ayer haber conseguido de la UE una
prórroga para la devolución de dichas subvenciones, tras reunirse el
ministro francés de Alimentación, Agricultura y Pesca, Bruno Le
Maire, con responsables comunitarios.
La comisaria mostró su buena acogida al "constructivo compromiso"
alcanzado con las autoridades francesas y subrayó que mantiene con
ellas un diálogo "franco, abierto y regular" sobre el contencioso.
En su opinión, este esquema de ayudas, puesto en marcha de forma
"paralela" a la organización del mercado común de frutas y verduras,
era "manifiestamente incompatible" con las reglas comunitarias para
garantizar la equidad entre los productores europeos.
Los 500 millones de euros es la cifra que la Comisión Europea
exigió recuperar a Francia el pasado 28 de enero alegando que las
ayudas concedidas por ese valor se utilizaron como una fuente
suplementaria de financiación, cuando estaban destinadas a paliar
las consecuencias de inclemencias meteorológicas o malas campañas.
EFE