Carlos Arrazola
Guatemala, 6 may (EFE).- Centroamérica y la Unión Europea (UE)
mantienen hoy en la capital guatemalteca una crucial ronda de
negociación del Acuerdo de Libre Asociación, cuyo comienzo ha estado
marcado por la falta de flexibilidad de ambas partes en algunos
apartados y lejos de alcanzar consensos.
Ambos bloques mantienen diferencias en temas relacionados con las
reglas de origen, acceso a mercados e indicaciones geográficas de
los que consideran sus productos sensibles, pero el tema en el que
sus posiciones se encuentran más alejadas es en el de los lácteos.
Europa pretende que Centroamérica abra sus mercados a unas 4.500
toneladas métricas de leche en polvo al año, mientras que la región
sólo acepta una cuota de 500 toneladas métricas, ya que considera
que una presencia superior sería "competencia desleal" para su
productores.
"Pensamos que (los europeos) venían más flexibles", dijo a los
periodistas el jefe negociador de Costa Rica, Roberto Echandi, al
lamentar que la UE no haya variado la posición sostenida la semana
pasada en Bruselas respecto a la comercialización de los lácteos.
En el inicio de la ronda, que se celebra en la sede de la
Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), en
Guatemala, ambas partes pusieron sobre la mesa sus contraofertas
sobres los puntos en discordia.
Cautos y reservados, los europeos se han mantenido alejados de la
prensa y sus portavoces han dicho que "prefieren esperar" a que se
alcancen acuerdos con los centroamericanos.
Centroamérica, en cambio, ha manifestado que no claudicará en su
oposición a abrir sus mercados a los lácteos europeos y presentó una
férrea lucha en la mesa de negociaciones.
"Tenemos una posición inclaudicable. Vamos a pelear fuertemente
porque el sector lácteo (centroamericano) genera empleo masivo y le
quita el hambre a los pobres", dijo en una improvisada rueda de
prensa el ministro hondureño de Industria y Comercio, Óscar
Escalante.
Según el funcionario, Centroamérica "no puede ser flexible" en
este tema porque su economía "no es tan desarrollada como la
europea, que subsidia toda su producción alimentaria".
"No hay simetría, no hay lógica entre la posición que nosotros
presentamos y lo que ellos ofrecen", precisó Escalante.
Según la Federación Centroamericana del Sector Lácteo, ceder ante
los europeos representaría "la ruina" para los 300.000 productores
de leche y las 7.000 empresas de lácteos de la región, así como un
impacto negativo a las economías de los países, ya que esa industria
representa el 15 por ciento del Producto Interno Bruto global.
La jefa negociadora de Nicaragua, Verónica Rojas, manifestó antes
del inicio del encuentro su confianza en que a lo largo de la ronda
de negociación, que está previsto que concluya este viernes, la UE
modifique su postura.
"Si cruzaron el Atlántico creemos que es porque tienen voluntad y
demostrarán flexibilidad en la mesa de negociaciones", señaló Rojas.
Además del tema de los lácteos, en la mesa de negociación las
partes también discuten sobre las reglas de origen y acceso al
mercado europeo de productos sensibles centroamericanos como el
azúcar, los bananos, el atún, los textiles y la carne bovina.
Las dos regiones, que han sostenido ya diez rondas de
negociación, tienen como objetivo concluir el acuerdo a más tardar
el próximo viernes, para que sea suscrito por sus mandatarios en el
marco de la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea
(ALC-UE), que se celebrará el 18 de mayo en Madrid.
No obstante, los centroamericanos han venido declarando que están
dispuestos a no firmar el acuerdo en esa fecha si no se llega a un
convenio que consideren beneficioso.
"No nos vamos a cortar las venas por suscribir algo sólo por
hacer un show en el marco de la reunión que van a tener los
presidentes en Madrid", advirtió Escalante. EFE
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