Bruselas, 17 sep (EFE).- La Unión Europea (UE) quiere que el G20
acuerde en la cumbre de Pittsburgh (EEUU) establecer reglas
vinculantes sobre las remuneraciones variables en el sector
financiero, así como introducir sanciones a nivel nacional en caso
de incumplimiento.
Así figura en el borrador de declaración que los jefes de Estado
y de Gobierno de los Veintisiete discutirán hoy, en la reunión
extraordinaria que celebrarán a partir de las 17.00 GMT en Bruselas
y en la que tratarán de pactar una posición común ante la cita de
Pittsburgh, el 24 y 25 de septiembre.
Según fuentes conocedoras del texto que previsiblemente será
respaldado por los Veintisiete, la UE instará al G20 a cumplir los
compromisos asumidos en abril en Londres sobre retribuciones,
fomentando una mejor gestión de los riesgos y una vinculación clara
entre las compensaciones y los resultados a largo plazo.
El objetivo de la UE es que las remuneraciones en el sector
financiero sean más transparentes y evitar que, como sucedió en el
pasado, los incentivos lleven a los directivos a asumir más riesgos
de lo razonable.
Y es que, "ahora que las cosas han empezado a ir mejor, algunos
comportamientos están volviendo", ha advertido el primer ministro
sueco y presidente de turno de la UE, Fredrik Reinfeldt.
Reinfeldt considera que, tras los compromisos logrados en las
cumbres anteriores para la puesta en marcha de planes de
reactivación económica y de rescate al sector financiero, en
Pittsburgh el G20 debe centrarse en el asunto de los bonus y otras
cuestiones regulatorias.
La demanda de limitar las remuneraciones bancarias, y en concreto
las bonificaciones a los directivos, partió del presidente francés,
Nicolas Sarkozy, que fue el primero en hablar de "sanciones" y que
ya obtuvo el apoyo expreso de la canciller alemana, Angela Merkel, y
del primer ministro británico, Gordon Brown.
No obstante, la posibilidad de fijar reglas vinculantes ha sido
recibida con reservas por otros socios del G20, principalmente
Estados Unidos.
Entre las limitaciones que la UE planteará al G20 figura que las
primas variables sólo puedan representar un porcentaje determinado
del sueldo fijo o de los beneficios de la entidad.
Estarían, además, condicionadas a los resultados de la entidad,
de las distintas unidades de negocio y de cada directivo.
Asimismo, los europeos pretenden que las opciones sobre acciones
percibidas por los ejecutivos no puedan ejecutarse hasta pasado un
plazo, ni las acciones vendidas.
También quieren acabar con las indemnizaciones garantizadas,
totalmente desvinculadas de los riesgos.
En el capítulo de reforma financiera, la UE insistirá en la
necesidad de establecer un sistema global de supervisión
macro-prudencial, basado en la cooperación entre el Fondo Monetario
Internacional, el Consejo de Estabilidad Financiera y los
supervisores nacionales.
Los líderes también tratarán sobre cómo y cuándo poner fin a las
medidas extraordinarias de reactivación económica puestas en marcha
para superar la crisis.
Los Veintisiete están de acuerdo en que hay que mantener los
planes de impulso hasta que la recuperación esté realmente
consolidada, pero también coinciden en que es necesario empezar a
diseñar ya una estrategia coordinada para su retirada y para la
vuelta a unas finanzas públicas sostenibles.
Otros asuntos en la agenda de esta cumbre extraordinaria, y
también en la de Pittsburgh, son la financiación de la lucha contra
el cambio climático -dentro de los trabajos preparatorios de la
cumbre de la ONU de diciembre en Copenhague-, así como el rechazo
del proteccionismo y el impulso de las negociaciones multilaterales
para avanzar en la liberalización comercial. EFE