Pekín, 4 dic (EFE).- China deberá invertir 30.000 millones de
dólares al año (el equivalente al 0,7 por ciento de su PIB de 2008)
para cumplir los compromisos de eficiencia energética hechos
públicos la semana pasada, destaca un estudio de la Universidad
Popular de Pekín difundido hoy.
Según el informe, del que se han hecho eco la agencia oficial
Xinhua y el diario estatal China Daily, tras la promesa de mejorar
hasta un 45 por ciento la intensidad de carbono (emisiones de CO2
por unidad de PIB) los consumidores chinos serán los que más notarán
el alto coste derivado.
"Las industrias relacionadas con la energía tendrán que hacer
frente a los incrementos de costes para mejorar su eficiencia, pero,
al final, esos aumentos serán soportados por los consumidores",
destacó el investigador Jiang Kejun, de la Comisión Nacional de
Reforma y Desarrollo (máximo órgano de planificación económica).
Jiang previó incrementos en el precio de la electricidad, los
combustibles y otras energías utilizadas por los consumidores, y
vaticinó que mayores facturas en las familias chinas "traerán
cambios en el estilo de vida de los ciudadanos" del país más poblado
del mundo.
China, que en su condición de país en desarrollo no está obligada
por el Protocolo de Kioto a reducir emisiones, lanzó su compromiso
de eficiencia energética dos semanas antes de que se iniciase la
Cumbre de Copenhague, con el fin de mostrar su apoyo a la lucha
internacional contra el cambio climático.
Aunque las promesas de China no son exactamente una reducción
directa de emisiones (más bien el compromiso de que éstas aumentarán
más lento de lo que lo haga la economía nacional) sí fueron
recibidas con optimismo por la comunidad internacional, que las
interpretó como un balón de oxígeno de cara a la cumbre. EFE