Quito, 26 ago (EFE).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa,
pidió hoy a la Superintendencia de Bancos una mayor agilidad para
concluir el proceso de liquidación de las entidades bancarias que en
1998 y 1999 desataron la peor crisis financiera de la historia del
país.
Correa, que ayer regresó de un viaje privado a Cuba, se reunió
hoy con la Junta Bancaria a la que pidió prontitud en el proceso de
cierre de los bancos en liquidación, informó la Presidencia.
Hasta ahora se han cerrado siete entidades, de un número no
precisado que se sitúa entre una veintena y una treintena, cuando,
según el presidente ecuatoriano, "deberían estar cerradas todas" y
cobradas "todas las deudas" que dejaron.
Ante el "lento avance en el cierre de las entidades en
liquidación", Correa pidió llevar a cabo una "profunda reforma", una
"reestructura", de la Superintendencia de bancos, porque, a su
juicio, aún "siguen los mismos de siempre" con facultad para tomar
decisiones en beneficio de los representantes bancarios.
"Todavía los bancos no se cierran, todavía no se cobra a los
deudores de la banca, todavía no se le devuelve la plata a todos los
estafados por la banca, todavía tenemos certificados pasivos
garantizados y en base a todas esa informaciones no se ha recuperado
el dinero que se tiene que recuperar", declaró el mandatario.
En 1999, después de la peor crisis financiera que ha sufrido
Ecuador, una treintena de bancos pasaron a manos del Estado, algunos
fueron saneados y volvieron a funcionar y otros ingresaron a
liquidación.
Para recuperar el dinero que el Estado destinó a sanear las
entidades financieras intervenidas durante la crisis, que le costó
al erario nacional más de 8.000 millones de dólares, el Gobierno
creó la Agencia Estatal de Depósitos (AGD), que hasta la fecha se ha
incautado de numerosas empresas, propiedad de los banqueros. EFE