Paloma Caballero
Pekín, 21 abr (EFE).- La crisis puede originar disputas
proteccionistas, abiertas o no, entre quienes defienden sus
intereses y los que reaccionan imponiendo los suyos, como la que
desde el 1 de abril afecta a la soja que compra China a Argentina y
que, según Buenos Aires, puede estar en vías de solución.
Si el país suramericano quiso protegerse de textiles, calzado,
juguetes o neumáticos chinos, y protestó ante la Organización
Mundial de Comercio (OMC), deberá ahora superar los requisitos
impuestos a los embarques de soja para seguir vendiéndole a China el
70 por ciento de la que consume al año, dicen expertos en Pekín.
Éstos recuerdan que la política también origina proteccionismo,
como sucedió este año con un mercante con heno de EEUU que, en plena
tensión entre Pekín y Washington, navegó sin autorización de atraque
por supuestamente haber incumplido exigencias de embalaje.
Con la soja argentina, los problemas surgieron al exigir Pekín el
cumplimiento de la norma BT 1535/2003 de calidad, tras detectarse,
dijo, hasta tres veces más de hexano que los parámetros
fitosanitarios permitidos.
Los exportadores se comprometieron a cumplir estándares y la
directora de la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones de
Argentina (ProsperAr), Beatriz Nofal, dijo a la agencia china Xinhua
que con más diálogo y esfuerzo se podrá superar la crisis.
El viceministro chino de Comercio, Jian Yaoping, dejó en su
visita esta semana a Buenos Aires entreabierta la puerta a la
solución y pidió "ambiente sano y armonioso" para intercambios "en
beneficio mutuo y ganancias compartidas".
Según dijo hoy a Efe el embajador de Argentina en China, César
Mayoral, existe optimismo hacia la solución pues quedó claro el
interés chino de invertir hasta el 85 por ciento de unos 2.000
millones de dólares para mejora y electrificación del ferrocarril
"Belgrano Cargo", que transporta la soja a los puertos.
"El Gobierno es optimista pues China no ha dejado de manifestar
su interés en seguir comprando. Confiamos que el asunto se va a
solucionar a corto plazo", añadió el embajador.
Mayoral destacó que el Gobierno argentino trabaja sobre medidas
estrictas para que los embarques cumplan los requisitos chinos.
Según afirmó en un comunicado el ministerio de Comercio chino,
ambos países son "socios comerciales muy importantes y si hay
problemas técnicos podemos negociar de forma amistosa".
El ministerio destacó que los departamentos de supervisión
informaron a Argentina sobre problemas de calidad en los aceites de
soja y revisan las organizaciones autorizadas a emitir permisos de
importación, "lo que no debería afectar al comercio normal de
productos calificados".
El consejero comercial de la Embajada china en Argentina, Yang
Shidi, indicó a Xinhua el posible origen de la disputa al señalar
que en los 10 primeros meses de 2009, Buenos Aires "inició 16
investigaciones contra productos chinos y adoptó 12 medidas
transitorias y 11 definitivas en perjuicio de su entrada".
Según el director de negociaciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores argentino, Néstor Stancanelli, "hay sólo 35 casos de
investigación antidumping, porcentaje muy bajo en un comercio de
miles de productos con aumento en 2008 a 7.000 millones de dólares
de las exportaciones chinas, frente a 1.400 millones en 2004, el 97
por ciento productos industriales.
Stancanelli destacó "la fuerte voluntad política de Buenos Aires
por resolver cualquier problema, pues cuanto más importante es la
relación, es lógico que surjan situaciones a resolver".
Sin embargo, Pekín se queja de proteccionismo por parte de EEUU
(que no le vende la alta tecnología que requiere) o de otros países.
Según el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) en Pekín,
Serge Abou, China sí es proteccionista con sus controles que impiden
las exportaciones, como con el obligatorio CCC (Certificado Chino de
Comercio) que emite la Administración de la Calidad, Supervisión,
Inspección y Cuarentena (AQSIQ) (nivel ministerial).
"La UE no es proteccionista y el comercio es de 214.000 millones
de euros frente a apenas 1.000 millones de euros en productos
afectados por medidas antidumping ante la OMC. El CCC es puro
proteccionismo, gran obstáculo a las importaciones de productos
europeos en base a la salud y la seguridad de la población china",
dijo Abou a la prensa.
Según una encuesta de la Cámara de Comercio de EEUU en China, el
58 por ciento de los socios consideran barreras los estándares
técnicos exigidos y quienes invirtieron en centros de investigación
y desarrollo temen que les fuercen a compartir sus innovaciones.
En el caso de la soja, no faltan expertos que vinculan también
las medidas chinas a un nivel récord en almacenamientos chinos y
según la consultora privada Abeceb, Argentina vendió a China en 2009
1.984.047 toneladas, por valor de 1.442 millones de dólares. EFE