La Habana, 7 sep (EFE).- La próxima cosecha de café en Cuba
prescindirá en gran medida de las "movilizaciones" de estudiantes y
trabajadores organizadas por el Gobierno, que no podrá seguir
asumiendo los cuantiosos gastos que generan.
El diario oficial Granma informó hoy de que a partir de la
campaña cafetalera 2010-2011, un total de 458 cooperativas (el 78%
del total) recogerán todo el grano con fuerzas internas y
familiares, sin necesidad de utilizar a los llamados "movilizados",
para hacer frente al que llama "desastre" del sector.
"Al Estado cubano, no ajeno a la crisis financiera internacional,
le resulta imposible continuar asumiendo los cuantiosos gastos en
combustible, alimentación, calzado y otros recursos e insumos que
generan los miles de trabajadores de otros sectores y estudiantes
que anualmente marchan a la recogida de café", explicó el rotativo.
La mayor parte de las cooperativas cafetaleras de la isla se
encuentra en las zonas montañosas de las provincias orientales de
Santiago de Cuba y Guantánamo, donde algunas entidades seguirán
necesitando del apoyo de los "movilizados" de otros sectores para
completar sus cosechas, apuntó Granma.
La medida se suma a la decisión del Gobierno cubano de subir el
precio de acopio del café, principal actividad económica en zonas
montañosas, y cuya producción ha caído drásticamente en los últimos
años.
La última cosecha 2009-2010 fue considerada como una de las más
bajas de la historia en el país, con una producción de sólo 6.000
toneladas.
En consecuencia, Cuba ha venido gastando anualmente unos 50
millones de dólares por concepto de importación del grano, y el
último año fue necesario comprar 18.000 toneladas para cubrir el
consumo local.
Granma precisa que entre las causas del "retroceso" en la
producción ha estado la poca exigencia y control en el uso de la
tecnología, la crítica situación climatológica de los últimos años,
el mal trabajo en la construcción de viveros, y el éxodo de
personal.
"En Cuba hay suficiente tradición, experiencia y condiciones
naturales para revertir la situación y, lejos de importar,
convertirse en una real potencia cafetalera", opina el diario.
Las cooperativas de producción agropecuaria y los productores
individuales que se dedican a ese cultivo en Cuba acaparan el 72%
del área dedicada al grano en el país, y venden al Estado el 62% del
total del café que se comercializa.
Además, destacó que el "desastre" del sector puede ser modificado
mediante la aplicación de medidas que beneficien a los cafetaleros y
la financiación estatal para cubrir los gastos de creación de nuevas
plantaciones.
Cuba importa más del 80 por ciento de los alimentos que consumen
sus 11,2 millones de habitantes y gasta más de 1.500 millones de
dólares anuales por ese concepto.
El Gobierno del general Raúl Castro considera que aumentar las
producciones es un asunto de "seguridad nacional" para eliminar sus
gastos en momentos en que los precios en los mercados
internacionales son altos y en que la isla padece una aguda falta de
liquidez. EFE