La Habana, 31 jul (EFE).- El Gobierno cubano redujo del 2,5% al
1,7% la expectativa de crecimiento de la isla para 2009, en lo que
es el segundo recorte anunciado de una previsión inicial del 6%, al
tiempo que anunció medidas "difíciles y nada gratas", informó hoy la
prensa oficial.
El vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía
y Planificación, Marino Murillo, anunció el nuevo ajuste en un
informe presentado al pleno del Comité Central del Partido Comunista
de Cuba (PCC) que presidió el miércoles el presidente del país,
general Raúl Castro.
Según datos oficiales, el crecimiento de la economía cayó del
12,5% en 2007 al 4,3% en 2008, y la primera reducción al 2,5% de la
previsión para este año fue tildada de "optimista" por economistas
independientes.
El informe señala que 2010 "será igualmente difícil" para Cuba, e
indica que a partir de ahora se deben cumplir "premisas" económicas
como la "descentralización" de los productos y servicios "que más
ingresos aportan", y garantizar que los aumentos de producción
reduzcan importaciones.
Según el comunicado divulgado por los medios cubanos, Raúl
Castro, segundo secretario del PCC -el primero es aún su hermano
mayor Fidel-, "alertó" sobre la importancia de que los cubanos
comprendan que las medidas son "difíciles y nada gratas, pero
sencillamente inaplazables".
"La revolución está decidida a enfrentar los graves efectos
negativos de la compleja situación que vive hoy la economía mundial
y el derivado de nuestras propias insuficiencias", dijo el
mandatario.
El pleno del Comité Central del PCC también aprobó aplazar
indefinidamente su VI Congreso, anunciado por el presidente en 2008
para fines de 2009 y que debe adoptar decisiones cruciales para el
futuro de Cuba, como la continuación de Fidel Castro como primer
secretario.
El general afirmó que el pueblo "sabe crecerse ante las
dificultades" y resaltó "la rápida y positiva reacción" ante las
medidas adoptadas por su Gobierno en junio pasado para disminuir el
consumo de energía.
Según el comunicado, dijo que "nadie, menos aún un dirigente,
tiene derecho a encerrarse en el estrecho marco del ámbito en que se
desenvuelve; todo el mundo está obligado a pensar y contribuir a la
solución de los problemas del país".
También llamó a "estimular el debate y la sana discrepancia" para
encontrar las mejores soluciones, y agregó que "el trabajo
ideológico debe brindar argumentos sólidos, favorecer el intercambio
de criterios y eliminar lo superfluo, la fanfarria y la simple
repetición de consignas".
"Cuanto se ha alcanzado en el incremento de la capacidad
defensiva del país confirma que cuando se adoptan medidas adecuadas
y se controla correctamente su ejecución, se obtienen resultados",
añadió el general.
Insistió en que "el frente económico" es "esencial" para la
seguridad nacional, y destacó que la producción de alimentos es un
asunto de "máxima prioridad" ante los altos precios del mercado
mundial y "para estar en condiciones de enfrentar situaciones aún
más complejas".
Cuba atraviesa una de las coyunturas económicas más graves del
actual régimen, que cumplió 50 años en enero pasado, debido a las
repercusiones de la crisis financiera global y los destrozos de
10.000 millones de dólares que dejaron en 2008 tres huracanes que
azotaron la isla.
Este sábado Raúl Castro presidirá una sesión ordinaria de la
Asamblea Nacional, durante la que se espera el anuncio de nuevas
medidas económicas. EFE