Nueva York, 27 abr (EFE).- La vicepresidenta primera del Gobierno
español, María Teresa Fernández de la Vega, arremetió hoy en Nueva
York contra las agencias de calificación que han cuestionado la
capacidad de la economía de España para recuperarse de la crisis y
que han comparado la situación española a la de otros países.
"Escuchar que algunas agencias intenten erigirse de nuevo en
albaceas de la pureza económica y cuestionar los pilares sobre los
que se sustenta nuestra economía, produce cuando menos cierta dosis
de perplejidad", aseguró la vicepresidenta en una reunión con un
grupo de empresarios españoles con presencia en Estados Unidos.
De la Vega, que participa estos días en varios actos en Nueva
York, se mostró además contrariada por las comparaciones que esas
agencias -las mismas que, según dijo, "fallaron estrepitosamente a
la hora de prever la crisis"- realizan entre las situaciones por las
que atraviesan otros países y España.
"Se intenta presentar semejanzas con situaciones, éstas sí de
extrema dificultad, que no resisten el peso de la mínima objetividad
e imparcialidad, y sí la sospecha de la pura especulación", añadió
la vicepresidenta, que en su intervención ante los empresarios hizo
hincapié en resaltar las "fortalezas" de la economía española.
Explicó así que, "pese al impacto de la crisis, el descenso de la
economía española durante el último año -del 3,6 por ciento- ha sido
menor que la media de la zona euro, que se ha situado en el 4 por
ciento" y también menor que el de países "como Alemania, Reino Unido
o Italia, donde ha sido del 4,9 por ciento".
La vicepresidenta también destacó que el nivel de deuda pública
española -situado en el 54,3 por ciento del PIB, según recordó- es
unos veinte puntos menor que la media de la Unión Europea (73 por
ciento), menos de la mitad que países como Grecia o Italia, y 24
puntos menos que la zona euro.
"El análisis de esos datos no coincide con lo que dicen algunas
agencias", insistió la vicepresidenta en su encuentro con la prensa
tras la reunión con empresarios españoles, donde dio "un mensaje
claro y nítido de confianza a los ciudadanos y tranquilidad a los
mercados: España está acostumbrada a hacer bien los deberes".
Para De la Vega, la economía española es "moderna, dinámica,
vanguardista, innovadora y competitiva, que tiene ideas, tecnologías
y experiencia", unos "puntos fuertes" que permiten mantener "la
confianza en nuestra capacidad para hacer frente a la recesión y
afrontar la recuperación".
"España es sabedora del esfuerzo que va a realizar, que está
realizando ya, para poner en pie un modelo de crecimiento más
sostenible y más seguro", añadió la vicepresidenta, quien pidió que,
"para salir adelante", se tenga "confianza en las instituciones, las
empresas, los agentes sociales y en los propios ciudadanos".
"Contamos con cimientos sólidos", aseveró De la Vega, quien
reconoció, sin embargo, los "problemas" que afronta la economía
española, entre los que destacó "el desempleo, que en nuestro país
alcanza cifras tan altas debido sobre todo a la alta temporalidad y
al brusco ajuste del sector de la construcción".
También señaló "el déficit público, que este año ha alcanzado dos
puntos más de lo previsto debido al esfuerzo realizado para mantener
la cohesión e incentivar la recuperación pese a las dificultades
económicas", y recordó que se trata de "un problema de todos los
países europeos".
"Creo que situar nuestras dificultades económicas en sus justos
términos, reconocer los problemas que tenemos pero también ser
conscientes de esos ámbitos en los que somos más fuertes, es la
primera condición para hacer frente a esta situación", dijo De la
Vega, que alabó "el cambio de modelo productivo" impulsado por el
Ejecutivo.
De la Vega, que estuvo acompañada por el embajador español en
Washington, Jorge Dezcallar, se reunió este martes en Nueva York con
representantes de grandes compañías españolas en Estados Unidos,
como Telefónica o los bancos Santander y BBVA, así como con otros
responsables de una docena de empresas más.
Ante ellos, la vicepresidenta se comprometió a "alentar el
intercambio económico entre España y Estados Unidos" y apoyar "la
llegada y la consolidación" en este país de los empresarios
españoles, a quienes describió como "excelentes embajadores de la
seguridad y fiabilidad de España como mercado". EFE