Edna Alcántara
México, 15 oct (EFE).- Sindicalistas, universitarios y líderes de
corrientes de la izquierda mexicana se unieron hoy en una masiva
marcha en Ciudad de México contra el decreto presidencial que
liquidó la empresa pública Luz y Fuerza del Centro (LyFC), que
abastecía de energía eléctrica a la capital del país.
Los manifestantes, la mayoría ex trabajadores de LyFC que fue
disuelta el domingo pasado por el mandatario conservador Felipe
Calderón, marcharon por la avenida Reforma hasta el Zócalo,
principal plaza pública de México, donde realizaron un mitin.
En la plaza confluyeron el líder del Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME), Martín Esparza, y sus seguidores, legisladores
izquierdistas, estudiantes universitarios, campesinos y militantes
de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo
(PT), entre otros.
También estuvieron los legisladores Rosario Ibarra y Porfirio
Muñoz Ledo, así como líderes de la combativa comunidad de San
Salvador Atenco, que con marchas echaron atrás la construcción de un
nuevo aeropuerto en 2002.
En la caminata estuvo el ex candidato presidencial izquierdista
Andrés Manuel López Obrador, quien no pudo llegar al Zócalo.
La marcha, seguida por 2.261 policías con apoyo de dos
helicópteros, fue la primera muestra contundente que da en las
calles el SME que se opone al despido de los 44.000 trabajadores y
la extinción de la empresa, cuyas instalaciones fueron tomadas por
agentes federales y son operadas desde el domingo por empleados de
la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Según el gobierno capitalino, en la manifestación participaron
150.000 personas.
Los sindicalistas, a quienes las autoridades responsabilizan en
gran parte de la ineficacia operativa y administrativa de la LyFC,
fueron apoyados por otras organizaciones de trabajadores,
estudiantes y corrientes de la izquierda.
La columna de manifestantes puso en jaque al tránsito de
automóviles en la zona centro, por donde en la mañana unos 3.500
campesinos marcharon en rechazo de la desaparición de la Secretaría
de la Reforma Agraria (SRA), propuesta por el gobierno del
presidente Calderón, como parte de los recortes al presupuesto
público de 2010.
La movilización se desarrolló un día después del inicio de la
liquidación de los 44.000 trabajadores que tendrá un costo de hasta
20.000 millones de pesos (unos 1.530 millones de dólares).
El líder sindicalista Martín Esparza exigió que se derogue el
decreto y propuso a sus seguidores rechazar la indemnización
mientras se establece un diálogo con las autoridades federales, las
cuales ya han advertido que la medida es irreversible.
Según Esparza, mañana el sindicato y autoridades celebrarán una
reunión para analizar la situación de LyFC, además de que pidió al
alcalde de Ciudad de México, el izquierdista Marcelo Ebrard, que su
Gobierno actúe como mediador.
En un comunicado, Ebrard dijo se establecerá una mesa de
negociación entre el SME y el Gobierno federal "para alcanzar una
solución y garantizar la eficiencia del servicio (...) y los
derechos de los trabajadores electricistas", en el que las
autoridades capitalinas actuarán como observadores.
Fuentes del Gobierno federal no pudieron confirmar este versión.
Esparza exigió anular el decreto y a cambio el sindicato se
compromete a hacer más eficiente a la empresa.
El líder del sindicato de trabajadores de Teléfonos de México
(Telmex), Francisco Hernández Juárez, confió en que el Congreso
deseche el decreto porque, según él, el Ejecutivo no puede extinguir
la empresa sin tomar en cuenta al Legislativo.
El diputado izquierdista Porfirio Muñoz Ledo pidió la salida de
Calderón de la Presidencia, convocó a una huelga nacional y exhortó
a la población a abstenerse de pagar la tarifa de la luz eléctrica
debido a que LyFC no existe más.
LyFC proporcionaba el servicio público de energía en la capital
mexicana, 82 municipios del vecino Estado de México, 45 de Hidalgo,
dos de Morelos y tres de Puebla, una zona con una población total de
25 millones de habitantes. EFE
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(con fotografía, audio y vídeo)