Buenos Aires, 23 abr (EFE).- Un ex embajador argentino en Caracas
denunció ante la Justicia que cuando Néstor Kirchner era presidente
de Argentina (2003-2007) se exigía dinero a los empresarios que
querían hacer negocios con Venezuela, informó hoy la prensa local.
El diplomático Eduardo Sadous, que declaró este martes ante el
juez Julián Ercolini, apuntó directamente a Julio de Vido, que fue
ministro de Planificación con Kirchner y mantiene el mismo cargo en
el gabinete de la presidenta Cristina Fernández, esposa del
anterior.
Según Sadous, De Vido cobraba una suerte de "peaje" a quien
quisiera hacer negocios con Venezuela, lo que el ministro calificó
en declaraciones publicadas hoy en La Nación de "infamia".
"Pedía (a los empresarios) entre un 15 y un 20 ciento de
retorno", sostuvo Sadous, quien se desempeñó como embajador en
Venezuela de 2002 a 2005.
El diplomático compareció ante el juez Ercolini en una causa por
"asociación ilícita" que involucra, entre otros, a Kirchner
(2003-2007), De Vido y Claudio Uberti, ex titular del Organismo de
Control de Concesiones Viales, dependiente del ministerio de
Planificación, que tuvo que dimitir en 2007 a causa de otro
escándalo que involucra a Venezuela.
En su declaración, Sadous dijo haber perdido su puesto en Caracas
después de denunciar internamente "corrupción" en el manejo del
fideicomiso firmado en 2004 por ambos Gobiernos, por el cual
Argentina compra fuel y gasóleo a Venezuela, que a su vez se
compromete a usar ese dinero para adquirir productos argentinos.
"Hay un organismo venezolano que se llama Corporación de
Alimentos S.A. Nosotros derivábamos a esa entidad a los empresarios
argentinos y cuando volvían los comentarios eran que les pedían
entre el 15 y el 20 por ciento de retorno", sostuvo.
"Los pedidos eran del lado argentino, del ministerio de
Planificación", aclaró antes de mencionar, entre quienes hablaron
del pago de sobornos, al empresario ganadero Eduardo Cabana y a José
Aizpún, titular de una firma de ascensores.
Consultado por el diario La Nación, Sadous ratificó su testimonio
y dijo que está dispuesto a participar en un careo judicial.
En declaraciones al mismo matutino, el ministro de Planificación
argentino aseguró que la denuncia del diplomático es una "infamia,
una calumnia al voleo".
"¿Qué sobornos podemos pedir nosotros en una compra a una empresa
del Estado? Nunca oí que un empresario se hubiera quejado de un
pedido de coimas", afirmó.
"Es una calumnia que embarra innecesariamente a mucha gente",
subrayó De Vido al negar la existencia en su ministerio de una
"diplomacia paralela".
El jefe del Gabinete de la presidenta Fernández, Aníbal
Fernández, dijo no conocer la causa y aseguró que son los jueces
"los que tienen que investigar como corresponde".
La causa por "asociación ilícita" fue presentada por la opositora
Coalición Cívica, cuya titular, Elisa Carrió, fue más allá en la
denuncia al afirmar que los sobornos eran "del 25 por ciento: 15 por
ciento para Venezuela y 10 por ciento para Argentina".
"Es muy importante que la investigación avance porque se va a
conocer la verdad y se va a saber si hay una asociación ilícita
entre Kirchner y (el presidente venezolano, Hugo) Chávez", apuntó en
declaraciones al diario Clarín.
En 2007 al Gobierno argentino, entonces presidido por Kirchner,
le estalló otro escándalo relacionado con Venezuela, que tuvo
repercusiones judiciales en EE.UU.
El escándalo giró en torno a un maletín con unos 800.000 dólares
en su interior que un empresario venezolano, Guido Antonini Wilson,
pretendía introducir en Argentina sin declarar, tras llegar a Buenos
Aires en un vuelo privado junto a funcionarios argentinos y
responsables de empresas estatales de energía de Venezuela y de este
país.
Antonini, que acabó colaborando con las autoridades judiciales de
EE.UU., afirmó en su día que ese dinero era para financiar la
campaña de Cristina Fernández, que ganó las elecciones de 2007.
La hoy presidenta de Argentina ha negado reiteradamente la
acusación. EFE