Washington, 14 may (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, espera que se tomen "medidas apropiadas" si se comprueba que la Dirección de Impuestos del país investigó de manera inadecuada a ciertos grupos de acción política, dijo hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
"Si los informes de que ciertos empleados de la Dirección de Impuestos (IRS, por su sigla en inglés) se concentraron en algunos grupos, el presidente encuentra esto indigno y se tomarán las medidas apropiadas", dijo Carney.
El asunto "está bajo la investigación de un inspector general, independiente, y su informe se divulgará de manera inminente", añadió Carney. "Antes de que hagamos un juicio sobre lo ocurrido tenemos que ver qué ocurrió realmente", añadió.
La revelación de que el IRS, el servicio de Hacienda o recaudación de impuestos de EE.UU., acentuó su escrutinio sobre los grupos conservadores ha generado críticas de todos los sectores políticos del país.
Desde 2010, el Servicio de Rentas Internas (IRS) impuso una investigación especialmente exigente a grupos que tenían las palabras "Tea Party" o "patriota" en su nombre, pero también a otros que eran simplemente críticos con el Gobierno de Obama.
Las prácticas tenían lugar dentro del examen que la agencia federal hace de los grupos que buscan una exención de impuestos, cuyo número se multiplicó a raíz de una decisión de 2010 del Tribunal Supremo de EE.UU., que abría la puerta a más grupos políticos a solicitar ese estatus.
Las primeras informaciones surgieron el viernes, cuando se filtró a la prensa parte de un informe del Inspector General del IRS que describía algunas de las prácticas dirigidas desde la oficina del IRS en Cincinnatti (Ohio).
La jefa de esa oficina, Lois G. Lerner, pidió disculpas el mismo viernes por las supuestas irregularidades, y citó precisamente la sobrecarga de trabajo que generó la decisión del Supremo en 2010 como motivo del desliz.
Pero esa disculpa no ha bastado ni a demócratas ni a republicanos del Congreso, y también mereció el lunes una abierta condena de Obama, cuya Casa Blanca se ha visto atacada por el escándalo y que ha asegurado que no tiene "paciencia para esto" y no lo va "a tolerar". EFE