Londres, 12 nov (EFE).- British Airways (BA), cuyo Consejo de
Administración dio hoy el visto bueno a la fusión con la española
Iberia, es una aerolínea histórica que atraviesa un difícil momento,
con una fuerte caída de ingresos y de número de viajeros.
El pasado día 6, la aerolínea británica reveló una pérdida neta
récord de 217 millones de libras (238 millones de euros) en su
primer semestre fiscal, hasta el 30 de septiembre, frente a la
pérdida de 49 millones de libras (unos 53 millones de euros)
registrada en el mismo periodo del año anterior.
Estas pérdidas son las peores registradas en la Historia de BA en
un periodo semestral y se conocieron poco después de que la empresa
informara de un nuevo plan para recortar su plantilla en 1.200
puestos de trabajo, en su mayoría en el exterior, con lo que la
reducción total de empleos alcanzará 4.900 en 2010.
La tercera aerolínea de Europa, con una plantilla mundial de unas
38.000 personas, se ha visto muy afectada por la subida del precio
del petróleo en los últimos meses y a eso se suma que está sumida en
una serie de disputas laborales por su proyecto de reducción con
recorte de empleos y cambios en las condiciones laborales.
El objetivo de la fusión con Iberia, que se completará a finales
de 2010 y dará lugar a uno de los tres mayores grupos aéreos del
mundo, es una opción que apoyaba la dirección de BA como una defensa
frente a los crecientes problemas que atraviesa el sector.
Sus directivos, como el consejero delegado, Willie Walsh, llevan
meses advirtiendo de que la supervivencia misma de la aerolínea está
en juego, hasta el punto de que decidieron renunciar al sueldo del
pasado mes de julio para tratar de dar ejemplo ante los trabajadores
sobre la necesidad de apretarse el cinturón.
British Airways ha sufrido de manera especial la competencia de
aerolíneas de bajo coste, como EasyJet y Ryanair, que han conseguido
incluso robarle a los viajeros de negocios, tradicional principal
fuente de ingresos de la aerolínea británica.
Para hacer frente a esta "sangría" de pasajeros, BA ha tomado
recientemente medidas como la de no servir comida en todos los
vuelos -los primeros han sido los inferiores a dos horas y media de
trayecto que salen después de las 10 de la mañana- o la de cobrar a
los pasajeros que quieren llevar un segundo bulto de mano.
En el terreno laboral, la situación tampoco invita al optimismo,
y el próximo lunes el personal de cabina de BA votará sobre la
posibilidad de convocar jornadas de huelga, en una serie de
protestas que se harían coincidir con el periodo navideño.
La dirección de la empresa aplicará a partir del día 16 una serie
de medidas con las que quiere optimizar sus recursos humanos y que
los sindicatos interpretan como un cambio ilegal en las condiciones
contractuales, por lo que han emprendido acciones judiciales.
Los cambios, que BA considera vitales para garantizar la
viabilidad de la aerolínea, afectan al número de personal de cabina
que trabajaría en los vuelos intercontinentales, que se rebajaría de
15 a 14, o a los salarios de estos trabajadores, que se quieren
mantener congelados durante un periodo de al menos dos años.
El sindicato Unite presentó un recurso ante el Alto Tribunal de
Londres, que probablemente no se resolverá hasta 2010, razón por la
cual los trabajadores consideran que se les está obligando a
trabajar en unas condiciones potencialmente ilegales.
El coste salarial se menciona como otra de las razones que hacen
de BA una compañía poco competitiva, ya que sus 14.000 trabajadores
de cabina tienen un sueldo medio de 29.900 libras al año (33.410
euros), el doble, por ejemplo, que el de los trabajadores de Virgin.
Otro elemento delicado, y que ha sido uno de los que ha
complicado los 16 meses de negociaciones entre BA e Iberia para
cerrar esta fusión, es el desequilibrio que existe en las cuentas de
la aerolínea británica para cuadrar su plan de pensiones.
BA tiene dos planes para hacer frente a la jubilación de sus
trabajadores, uno de los cuales pasó en los últimos seis meses de un
superávit de 860 millones de libras a tan sólo 27 millones, mientras
que en el otro el déficit pasó en el mismo periodo de los 1.167
millones de libras a los 2.660 millones. EFE