Buenos Aires, 23 jun (EFE).- Argentina quiere presentarse como
querellante en un proceso judicial que investiga en Múnich un
presunto caso de sobornos en contratos del astillero alemán
Ferrostaal, anunció hoy la ministra argentina de Defensa, Nilda
Garré.
"Hemos pedido a nuestra embajada en Alemania que inicie las
gestiones porque nos interesaría mucho ser querellantes en este
expediente", aseguró Garré en una rueda de prensa.
La ministra adelantó también que solicitó a la embajada alemana
en Buenos Aires que "facilite la información" de la causa porque la
intención del Gobierno es "investigar a fondo la cadena de
responsabilidades" que ha tenido este escándalo.
La semana pasada, el Ministerio de Defensa denunció penalmente a
miembros de la Armada argentina, empresarios y abogados por un
presunto caso de sobornos en contratos con el astillero alemán.
La denuncia por presuntos delitos de cohecho, tráfico de
influencias y soborno trasnacional alcanzó al vicealmirante Gustavo
Lepron y al contraalmirante Alejandro Uberti -ambos retirados-, así
como al contraalmirante Juan Carlos Palma y al abogado de la Armada
Osvaldo Parrinella.
La demanda también incluyó a los empresarios alemanes Matthias
Mitscherlich, presidente de Ferrostaal hasta el 1 de junio pasado,
Peter Fischer-Hollweg y al abogado Helmut Cristian Graf.
Según indicó la cartera de Defensa, todos los denunciados
"habrían tenido participación" en el presunto pago de sobornos a
miembros de la Armada argentina para la adjudicación de una
contratación de patrullas guardacostas.
Hoy, Nilda Garré ratificó que el Ministerio a su cargo entiende
que las irregularidades son "serias".
La demanda se produjo tras una "investigación interna" derivada
de la denuncia publicada el pasado día 10 por el diario La Capital,
de la ciudad argentina de Rosario.
El diario recogió la versión de un testigo de identidad
reservada, ex empleado de Ferrostaal, que declaró ante la Fiscalía
de Múnich que el plan original de la compra de patrullas
guardacostas involucraba un contrato por entre 230 y 250 millones de
euros (entre 280 y 305 millones de dólares).
Pero, finalmente Argentina compró un diseño por 3,5 millones de
euros (unos 4,2 millones de dólares).
Por ese trabajo, de acuerdo con el testigo, se pagó entre el 6 al
6,5 por ciento de sobornos, es decir unos 218.750 euros (267.000
dólares) y Graf actuó como intermediario entre Ferrostaal y miembros
de la Armada argentina para negociar los contratos y las coimas.
La Justicia alemana investiga a Ferrostaal y otras firmas por el
presunto pago de sobornos en contratos con funcionarios de varios
países, entre ellos Colombia, Portugal y Argentina, donde, según el
semanario Der Spiegel, se pagó en 2006 una suma millonaria en un
caso en el que aparece también involucrado el astillero alemán
Fassmer.
La denuncia del Ministerio sucedió a otra hecha un día antes por
la Oficina Anticorrupción de Argentina para que se investigue si
funcionarios de esa cartera y de la Armada cobraron sobornos en
contratos con Ferrostaal.
Además de la investigación por el caso de las patrullas, el
Ministerio de Defensa detectó irregularidades en otro contrato entre
la Armada y Ferrostaal, rubricado en 2004, para la adquisición de
una planta propulsora para la Fragata "Libertad" de la Marina
argentina.
En este caso, Defensa denunció penalmente el pasado día 7 a
Gustavo Lepron, a los capitanes Alberto Pérez, Eduardo Harris,
Gerardo Bellino y Mario Pontello, entre otros funcionarios de la
Armada.
La ministra indicó, asimismo, que ha abierto una auditoría "que
puede derivar en otra denuncia penal" por un contrato entre la
Armada y la empresa estadounidense Hawker para la renovación de
baterías de un submarino. EFE