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Naciones Unidas, 20 ene (EFE).- La economía mundial se recuperará
en 2010 y registrará un crecimiento global en torno al 2,4%, aunque
persisten los riesgos de que se produzca una recesión secundaria,
según un informe difundido hoy por Naciones Unidas.
"El reto inmediato es el de evitar un retiro prematuro de las
medidas de los estímulos y la caída del dólar", dice el Departamento
de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (UNDESA) en el documento
titulado "Situación y perspectivas económicas globales para 2010".
Los expertos de la ONU esperan que tras la aguda recesión mundial
sufrida desde hace más de dos años, la economía global crezca en
torno al 2,4 por ciento este año.
Atribuyen esa recuperación "a las medidas de política masivas y
hasta cierto punto concertadas por las principales economías" para
evitar una mayor erosión de la confianza y que ya han hecho que
comience la recuperación de la producción industrial.
"Es una recuperación importante después de la caída libre del
comercio internacional, la producción industrial, los precios de
activos y de la disponibilidad de crédito mundial que amenazaban con
orillar a la economía mundial hacia el abismo de una nueva Gran
Depresión a principios de 2009", resaltan los expertos.
No obstante, los economistas de la ONU alertan que "la
recuperación es frágil", al tiempo que subrayan que la demanda y las
inversiones son todavía débiles.
La ONU señala que aunque la recuperación para un número creciente
de economías comenzó en el segundo trimestre de 2009 y siguió en los
posteriores, se pronostica para ese año un descenso del 2,2% del
producto mundial bruto.
Para 2010 se espera que la actividad económica sea el 7% menor de
lo que hubiera sido de haber seguido el ritmo de crecimiento
anterior a la crisis.
El documento destaca que las bolsas mundiales se han recuperado y
han bajado las primas por riesgo en los préstamos, además de que
mejoró el comercio internacional y la producción industrial mundial.
Advierten de que los índices de desempleo seguirán altos y la
inflación baja, por lo que consideran que "el reto inmediato para
quienes dictan las políticas será determinar el tiempo de duración
de los estímulos fiscales".
Los expertos de la ONU recomiendan mantener los estímulos "por lo
menos hasta que haya señales más claras de una recuperación más
fuerte en el crecimiento de empleos y en la demanda del sector
privado".
En cuanto al mundo desarrollado, el informe indica que Estados
Unidos crecerá este año el 2,1%, mientras que en la Unión Europea
(UE) y Japón el PIB aumentará el 0,6 y el 0,9%, respectivamente.
Para el conjunto de la zona euro el cálculo es del 0,4%.
Los datos relativos al crecimiento de América Latina serán
difundidos mañana en México por los especialistas de la ONU, aunque
al avanzar este documento en diciembre pasado pronosticaron el 3,4%,
una cifra que en Brasil alcanzará el 1,1%, frente al 1,9% de 2009.
Para el mundo en desarrollo pronostican un crecimiento del 5,3%
en 2010, frente al 1,9% de 2009, siendo las economías india y china
las que más progresen, con un aumento respectivo del 8,8 y del 6,5%,
aunque "por debajo de su potencial".
"A ese ritmo no se espera que las economías desarrolladas brinden
un impulso al crecimiento mundial", subrayan los economistas de la
ONU, que esperan que muchos de los países menos desarrollados tengan
un desempeño económico mucho más lento que en años anteriores.
La ONU recuerda en el informe que los Gobiernos del mundo han
respondido con medidas masivas de estímulos fiscales por un valor de
2,6 billones de dólares durante 2009 y 2010, equivalente al 4% del
producto mundial bruto.
Las naciones desarrolladas han destinado otros 20 billones de
dólares, procedentes de sus contribuyentes, para operaciones de
rescate en el sector financiero.
Los expertos de las Naciones Unidas recomiendan evitar riesgos
como el de una retirada prematura de esos estímulos para evitar una
mayor precipitación del sector financiero.
También alertan ante la posibilidad de que los elevados déficits
de algunos países, como EE.UU., y su deuda exterior amplíen los
desequilibrios macroeconómicos mundiales, lo que "podría provocar un
fuerte aterrizaje del dólar estadounidense y provocar nueva una ola
de inestabilidad financiera".
Para evitar el regreso a un patrón de crecimiento mundial
insostenible, los economistas sugieren que "con el tiempo, el
crecimiento de la demanda del sector privado reemplace los gastos
del Gobierno para sostener una demanda agregada mundial".
Asimismo, plantean la necesidad de más inversiones para frenar el
cambio climático y reequilibrar la demanda en todos los países. EFE