Quito, 28 dic (EFE).- El Gobierno de Ecuador destacó hoy la
extensión por un año de las preferencias arancelarias andinas
(ATPDEA), aprobada por el Congreso de EE.UU., pese a la "feroz"
campaña en su contra desatada por empresas de ese país,
especialmente la petrolera Chevron-Texaco.
El canciller ecuatoriano, Fander Falconí, en una conversación con
periodistas, señaló además, que su país impulsará una negociación
con Washington para alcanzar un acuerdo "de mucha mayor escala", que
pueda dejar atrás el cabildeo anual por la renovación del ATPDEA.
Durante la negociación para la extensión por un año de las
preferencias arancelarias en Estados Unidos, se presentaron acciones
de presión ("lobby") de algunas organizaciones contra Ecuador,
señaló Falconí, al destacar la gestión diplomática del país para
contrarrestarlas.
Esas presiones fueron "absolutamente feroces en contra de la
política interna y exterior del Ecuador", que se mezclaron con el
juicio ambiental que se sigue en el país andino contra Chevron, a
raíz de la exigencia de comunidades indígenas de la Amazonía de una
indemnización calculada en 27.000 millones de dólares.
El Gobierno de Ecuador, "en estricto sentido, no tiene
participación" en ese proceso pero, "por la magnitud del juicio" y
el monto de la reclamación, "ha habido un lobby feroz por parte de
Chevron para mediatizar y hacer daño a la política exterior del
Ecuador y a la política interna del país", insistió.
Sin embargo, reiteró que la renovación de las preferencias
arancelarias concedidas por EE.UU. se logró gracias a la gestión
diplomática y al evidente esfuerzo de Ecuador en la lucha
antinarcóticos, que es la base del ATPDEA.
Falconí enfatizó en que, para evitar esa "romería" que el país
debe hacer cada año para lograr la renovación de las preferencias
comerciales, Ecuador ha propuesto a Washington iniciar negociaciones
por un acuerdo amplio entre los dos países, que implique no solo lo
comercial, sino la cooperación y el desarrollo.
"Tanto a Ecuador como a EE.UU. le conviene un convenio de mayor
alcance. La propuesta ya está hecha", señaló Falconí, que estima que
la discusión está ahora "en la cancha" de Washington, pero remarcó
que esa negociación no se sujetará a la lógica de los tratados de
libre comercio (TLC) que impulsa la nación norteamericana.
"Un TLC nos arrasa con la producción nacional" y el nuevo acuerdo
amplio que propone Ecuador debe contener un mínimo de salvaguardas
frente a los capítulos de propiedad intelectual, compras públicas,
inversión extranjera y debe estar sujeto al marco constitucional del
país, sostuvo el canciller.
Puso como ejemplo el hecho de que la Carta Magna del país
establece un predominio de la inversión nacional sobre la extranjera
y dijo que sobre esa base se ha planteado la negociación con EE.UU.
EFE