Bangkok, 20 jul (EFE).- El Banco Asiático de Desarrollo (BAD)
revisó hoy al alza su previsión de crecimiento de las economías de
Asia Oriental del 7,7 al 8,1 por ciento, aunque advirtió de que
habrá estancamiento el próximo año.
El buen comportamiento de Asia Oriental en el primer semestre del
año ha estado determinado por la recuperación del sector de las
exportaciones, pilar económico de muchas de las economías de la
región, la solidez de demanda privada y las políticas de estímulo
económico.
El informe Monitor Económico de Asia/Julio 2010 presentado en
Singapur mantiene a China como el motor regional y prevé que crecerá
un 9,6 por ciento en 2010 y un 9,1 por ciento en 2011.
Hong Kong subirá un 5,4% (2010) y 4,3% (2011); Corea del Sur,
5,5% y 4,6%; Taipei, 5,9% y 4%; Singapur, 12,5% y 5%; Birmania
(Myanmar), 5,2% y 5,5%; Brunei, 1,1% y 1,5%; Camboya, 4,5% y 6%;
Filipinas, 5% y 4,6%; Indonesia, 6% y 6%; Laos, 7% y 7,5%; Malasia,
6,8% y 5%; Tailandia, 5,5% y 4,5%; y Vietnam, 6,5% y 6,8%.
El director de la Oficina de Integración Regional del BAD,
Srinivasa Madhur, reconoció que estos datos son buenos y suponen un
éxito pero, en su opinión, "es demasiado pronto para proclamar la
victoria".
"Garantizar que la recuperación es sostenible depende en gran
manera del contenido de las baterías de medidas de estímulos
económicos, de cuándo y cómo se aplican. El sector privado deber ser
lo suficientemente fuerte para tomar el relevo", indicó Madhur.
Los especialistas del organismo financiero con sede en Manila
advirtieron a los responsables económicos de los distintos gobiernos
de que "el reto principal es reducir la ayuda sin alterar el
crecimiento".
Es por esto que el BAD cree que las autoridades chinas necesitan
elevar los tipos de interés o fortalecer la cotización del yuan para
contener la inflación, tras el aumento del gasto público a causa de
la recesión económica mundial.
"El precio del dinero debe subir de manera significativa,
dependiendo de la política de tipo de cambio, durante los próximos
doce o dieciocho meses", recomendó el organismo multilateral.
China, como otros países asiáticos, aumentó el año pasado el
gasto público y recortó los tipos de interés para incentivar el
crecimiento económico ante la recesión mundial, y ahora estudia
medidas para evitar el riesgo de sobrecalientamiento.
Así lo reconoció hace un mes el primer ministro chino, Wen
Jiabao, quien apostó por flexibilizar la política cambiaria para
mantener el crecimiento en el 8 por ciento y contener la tasa de
inflación por debajo del 3 por ciento.
Los expertos del BAD abogaron por políticas similares a las que
aconsejan a China en las otras economías que forman la región que
llama "Asia Emergente", y que integra a Birmania, Brunei, Camboya,
Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Laos, Malasia,
Singapur, Tailandia, Taiwán y Vietnam.
"El contexto externo para las economías emergentes de Asia
Oriental presenta un aspecto positivo, aunque la crisis financiera
en Europa ofrece ciertas dudas sobre la fortaleza de su
recuperación", señaló el BAD.
"Está sujeto el panorama económico a tres peligros principales:
problemas en la recuperación de las economías industrializadas,
flujos de capital desestabilizadores y fallos en las políticas de
estímulos económicos", advirtió la institución multilateral.
A pesar de su envidiable crecimiento económico, en la región
Asia-Pacífico habitan dos tercios de los pobres del mundo: 1.800
millones de personas que viven con menos de dos dólares al día, 903
millones de personas que ganan menos de 1,25 dólares al día. EFE
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