Londres, 12 ago (EFE).- La economía británica llegará a
contraerse este año a una tasa interanual del 5,5 por ciento antes
de repuntar, y tendrá una recuperación "lenta y prolongada", afirmó
hoy el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King.
King presentó públicamente las predicciones de la entidad emisora
y manifestó que la recesión "parece ser más profunda de lo que se
había estimado previamente", aunque consideró que existen "indicios
alentadores" de que los planes de estímulo están surtiendo efecto.
"Es probable que la producción se haya estabilizado en la mitad
de este año", dijo el gobernador, quien consideró que lo más
probable es que el crecimiento no se recupere en los próximos
trimestres y que las eventuales tasas de crecimiento en 2010 sean
"frágiles".
Los datos que incluye el informe dado a conocer por el Banco de
Inglaterra contradicen las predicciones del ministro de Economía,
Alistair Darling, quien aseguró que la economía del Reino Unido
experimentará un fuerte rebote alcista en 2010.
Frente a este optimismo, King subrayó que "el ritmo de la
recuperación en los próximos cinco años es altamente incierto", y
sugirió la posibilidad de que el Banco de Inglaterra tenga que
volver a tomar medidas para reanimar la economía.
La entidad emisora británica inyectó recientemente otros 50.000
millones de libras (58.000 millones de euros) a la economía para
impulsar el crecimiento, pero King dijo hoy que hay poco margen para
hacer nuevos esfuerzos.
El déficit presupuestario del Reino Unido ha alcanzado los
175.000 millones de libras (203.000 millones de euros) y si la
recuperación no llega pronto el Gobierno se verá abocado a realizar
fuertes recortes en el gasto.
En cuanto a la inflación, el pronóstico del Banco es que
permanezca bastante por debajo de la tasa recomendada del 2 por
ciento durante buena parte de los próximos dos años.
King explicó que la ayuda adicional de 50.000 millones de libras
a través del programa denominado "quantitative easing", un término
anglosajón que nació en Japón como eufemismo para definir la
impresión de dinero, se hizo necesaria tras conocerse que la
economía se contrajo el 0,8 por ciento entre abril y junio.
La tasa fue mucho más alta de lo que esperaban el Gobierno, el
Banco de Inglaterra y los expertos, y llevó al banco de emisor a
aprobar la partida para evitar que se llegue a una situación de
deflación similar a la que hundió la economía japonesa en los 90.
El informe conocido hoy considera que este nuevo estímulo, junto
a la reciente caída de la libra esterlina en los mercados de
divisas, derivará en "una lenta recuperación de la actividad
económica" en medio de un clima "de alta incertidumbre". EFE