Fráncfort (Alemania), 16 dic (EFE).- El Banco Central Europeo
(BCE) concedió hoy en su última subasta de liquidez a un año 96.397
millones de euros, cantidad que rozó el techo de los 100.000
millones de euros previstos como máximo por los analistas.
Según informó hoy el BCE, 224 bancos comerciales de la zona del
euro participaron en esta operación extraordinaria de
refinanciación, la cual se liquidará mañana y vencerá el 23 de
diciembre de 2010.
Los bancos recibieron toda la liquidez requerida pero a
diferencia de las dos operaciones a un año celebradas anteriormente
no sabrán cuanto costará el préstamo hasta la fecha de vencimiento.
El Consejo de Gobierno del BCE acordó el pasado día 4, por
consenso y tras una larga discusión, que en vez del 1 por ciento
fijo aplicado anteriormente, en esta ocasión se cargaría el interés
resultante de la media del tipo mínimo de puja de las operaciones de
refinanciación hechas durante el periodo de vida de esta operación.
Con esta fórmula intermedia entre el tipo fijo y variable,
"neutral" según palabras del presidente del BCE, Jean-Claude
Trichet, la autoridad monetaria quería dejar claro que una cosa es
su política de liquidez y otra la monetaria.
De hecho, tras el anuncio de Trichet los indicadores sobre
expectativas de tipos no se movieron.
En declaraciones a Efe días antes de esta última subasta anual,
el miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del BCE
José Manuel González-Páramo dijo que esta forma de remuneración
relativamente novedosa de la operación a un año ha sido entendida
por los bancos.
Opinó que la aplicación de esa fórmula no esconderá sorpresas
pues "si uno mira el horizonte del interbancario a un año no ve
ninguna sacudida".
La primera subasta a un año de plazo se celebró el pasado día 24
de junio y a la misma concurrieron 1.121 bancos de la eurozona con
peticiones de liquidez, todas ellas satisfechas, que sumaron los
442.240 millones de euros.
Fue la máxima cantidad otorgada nunca por la autoridad monetaria,
un indicador de la sequía del mercado interbancario en esas fechas y
de la urgencia y necesidad de medidas que impulsarán la reactivación
de la economía de la zona del euro, sumida en la peor recesión desde
la Segunda Guerra Mundial.
La segunda subasta anual tuvo lugar el día 12 de septiembre, pero
la demanda fue sensiblemente inferior.
En esta ocasión sólo llamaron a la puerta del BCE 589 bancos con
una solicitud total de liquidez de 75.000 millones de euros.
El volumen solicitado en esta última subasta anual se sitúa por
tanto en los márgenes de lo previsto por los expertos.
Tampoco el BCE esperaba una concurrencia en masa en tanto que el
próximo trimestre hay comprometidas varias operaciones a un tipo
fijo y adjudicación plena.
"Los bancos acudirán en función de sus necesidades", aventuró
González-Páramo para recordar seguidamente que "el sistema sabe que
el BCE siempre hará lo necesario para que los bancos saneados tengan
acceso a la liquidez necesaria".
Otra razón en contra de una concurrencia en masa de los bancos a
esta última subasta es que comprometer su financiación a un año
significa poner una garantía por un año y eso no es gratis.
La supresión de las subastas anuales forma parte de la estrategia
de salida que se ha fijado el BCE para normalizar el mercado, una
vez superado el riesgo sistémico global provocado por la quiebra de
Lehman Brothers. EFE