Fráncfort (Alemania), 3 feb (EFE).- El consejo de gobierno del
Banco Central Europeo (BCE) se reúne mañana para analizar el curso
de la política monetaria, mientras los mercados financieros, que no
prevén cambios en los tipos de interés, siguen atentos a Grecia.
No habrá, sin embargo, medidas bálsamo por parte del BCE pues,
pese a los perjuicios que está teniendo en el euro la situación
griega, el BCE ha reiterado que su política monetaria es común y que
no modificará su reglamento en beneficio de un país miembro.
Tampoco los economistas y académicos consultados previo a esta
sesión mensual del BCE esperan sorpresas en cuando a la política de
tipos en tanto que el cuadro macroeconómico general no ha cambiado.
La inflación se comporta como estaba previsto por el BCE y de
acuerdo a su objetivo de mantenerla por debajo pero próxima al 2 por
ciento, y la recuperación económica iniciada por la eurozona no se
ha hecho más robusta y homogénea desde la última reunión del BCE en
enero.
Al término de esa reunión, el presidente del BCE, Jean-Claude
Trichet, anunció que la próxima cita "importante" será la de marzo,
cuando los economistas del banco europeo presenten al consejo nuevos
pronósticos de crecimiento e inflación.
Esa actualización podría resultar menos esperanzadora, pues la
situación financiera de algunos países de la eurozona es crítica e
incluso es de prever un deterioro de las economías que ahora hacen
de locomotora, como la alemana.
"La primera mitad de este año podría ser más débil de lo
previsto", advirtió el jefe económico del BCE y miembro del consejo
ejecutivo, Jürgen Stark.
En un discurso académico pronunciado este martes en Düsseldorf
(Alemania), el presidente del presidente del Bundesbank y candidato
a la sucesión de Trichet en el BCE el año próximo, Axel Weber,
vaticinó que la verdadera recuperación no llegará hasta 2011.
Weber mantuvo que el Producto Interior Bruto (PIB) alemán crecerá
este año un 1,6 por ciento, pero advirtió de que este incremento irá
acompañado de un avance importante del desempleo, que pasará del 8,1
por ciento en 2009 al 10 por ciento en 2011.
En la zona del euro el paro aumentó en diciembre al 10 por
ciento, el nivel más alto desde agosto de 2008, al tiempo que el
consumo se debilita y persiste la restricción al crédito.
Si a estos datos se añade la actual crisis de Grecia y la difícil
situación presupuestaria de Irlanda, España y Portugal, "las
posibilidades de que el BCE sorprenda a los mercados con una subida
de tipos son nulas", señaló Mark Maxen, de ITT Markets.
La opinión general es que la subida de los tipos, ahora en el 1
por ciento, se producirá en el segundo semestre y no antes de que el
BCE redondee la estrategia de salida de las medidas excepcionales
adoptadas tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre del 2008.
La señal que esperan los mercados del BCE no se refiere tanto a
la supresión de subastas, muchas de las cuales han sido eliminadas
en los últimos meses, como al sistema de provisión de liquidez sin
límite introducido para hacer frente a la crisis.
El BCE ha anunciado que mantendrá la fórmula de adjudicación
plena hasta mediados de abril, como mínimo, pero lo más probable es
que se mantenga hasta junio, cuando los bancos que participaron en
la primera de las tres subastas a un año organizadas por el BCE
deben devolver los 442.000 millones de euros que tomaron prestados.
Algunos analistas sostienen que el BCE, ante la incertidumbre de
la coyuntura y pese a los riesgos de nuevos excesos en sistema, no
volverá a la subasta de una cantidad fija hasta el tercer trimestre.
Una señal en esa dirección podría producirse a mediados de marzo,
cuando el BCE procederá a una última subasta de adjudicación plena a
seis meses de vencimiento.
La pregunta es si el BCE aprovisionará a un tipo de interés fijo
o introducirá la fórmula variable aplicada a la última subasta a un
año celebrada en diciembre. EFE