Jordi Kuhs
Viena, 30 ene (EFE).- Los mercados internacionales del petróleo
tuvieron una semana marcada por datos económicos cruzados que al
final provocaron una poco usual estabilidad de los precios, que en
las diferentes marcas de referencia se mantuvieron entre los 71 y 75
dólares por barril.
Los inversores temen que la recuperación económica global no sea
firme, algo que, junto a la notable subida del dólar estadounidense
frente al euro, también afectó al mercado de divisas.
El mercado está muy atento a las recientes señales de que las
autoridades en China parecen más dispuestas a tomar medidas
tendentes a atenuar el fuerte avance de la economía, pues se trata
del mayor consumidor mundial de crudo detrás de Estados Unidos.
Según datos difundidos esta semana por el Departamento de Energía
de Estados Unidos (DOE) las reservas de crudo almacenado bajaron en
3,9 millones de barriles, frente al incremento de cerca de dos
millones que esperaban algunos analistas.
El total acumulado tras esa rebaja, de 326,7 millones de
barriles, es un 5,1 por ciento inferior al que había hace un año, lo
que indicaría un creciente consumo energético en la primer economía
del planeta.
Pero el descenso en las reservas de crudo coincidió con una merma
notable en el flujo de importaciones de petróleo de EEUU, que se
situaron en una media de 7,9 millones de barriles diarios la pasada
semana, 673.000 barriles menos que en la anterior.
Por otra parte, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos
publicó el jueves las peticiones semanales de ayuda por desempleo
que se redujeron en 8.000 la semana pasada hasta las 470.000,
mientras que el consenso de analistas esperaba 450.000.
Este dato, peor de lo esperado, junto a la disminución en la
reserva de crudo de la que informó el miércoles el Departamento de
Energía, hizo bajar el precio del crudo, tanto en Europa como en
Estados Unidos, ante el creciente temor a un descenso de la demanda.
Además, algunos expertos pronostican que los países de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudian la
posibilidad de abrir más sus grifos petrolíferos, lo que tendría con
toda seguridad un impacto bajista sobre los precios del crudo.
Un dato que impactó positivamente a los mercados fue, según los
analistas de la consultora JBC Energy en Viena, la confirmación de
un segundo mandato para Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal
de Estados Unidos.
Así las cosas, el barril de Petróleo Intermedio de Texas (WTI),
referente para Estados Unidos, se depreció un 3,2 por ciento durante
la semana para cerrar el viernes a 72,89 dólares por barril.
Similar fue la evolución del Brent, extraído en el Mar del Norte
y la marca de referencia para el mercado europeo.
Ese crudo bajó entre el lunes y el viernes un 3,1 por ciento,
para cotizar al final de la semana a 71,46 dólares por barril.
Por su parte, el petróleo de la OPEP, calculado como una media de
12 tipos de crudo, se mantuvo esta semana más estable aún al moverse
entre el lunes y el jueves (su último día de cotización conocida)
entre los 71,97 y 71,40 dólares por barril. EFE