Investing.com - El dólar se ha mantenido estable con respecto a las demás monedas principales este lunes pues los dispares datos del informe sobre empleo de Estados Unidos publicado el viernes seguían respaldando una subida de los tipos de interés este año, mientras que la libra ha descendido bruscamente lastrada por los temores en torno a un Brexit dificultoso.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, se situó en 102,25.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció el viernes que la economía de la nación creó 156.000 empleos en diciembre, a pesar de las expectativas que apuntaban a un crecimiento laboral de 178.000 empleos.
El informe indicaba también que la tasa anual de desempleo subió hasta el 2,9% en diciembre con respecto al año anterior, su cota más alta desde 2009.
Los datos de empleo indicaban que la economía está mejorando lo suficiente como para que la Reserva Federal siga subiendo los tipos de interés.
La Fed ha indicado que se plantean tres subidas de un cuarto de punto porcentual de los tipos de interés para 2017.
Las expectativas de que suban los tipos de interés suelen impulsar el dólar, haciéndolo más atractivo a los ojos de los inversores que buscan un buen rendimiento.
El dólar subió con respecto al debilitado yen, avanzando el par USD/JPY un 1,2% hasta el nivel de 117,26 aunque el volumen de negociación será escaso ya que los mercados se encontrarán cerrados en Japón con motivo de una festividad nacional.
El euro ganó posiciones el viernes, avanzando el EUR/USD un 0,09% hasta el nivel de 1,0542.
La libra perdió posiciones con respecto al dólar y el euro, dejándose el par GBP/USD un 0,8% hasta el nivel de 1,2183, su cota más baja desde el 31 de octubre.
El par EUR/GBP se ha apuntado un alza del 0,9% hasta el nivel de 0,8652, su cota más alta desde el 30 de diciembre.
La venta masiva de libras se ha producido tras las declaraciones de este domingo de la primera ministra británica Theresa May, que se han entendido como un indicio de que el Reino Unido no intentará negociar un acceso total y continuado al mercado único cuando abandone la Unión Europea.