Belgrado, 4 nov (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y
el Gobierno serbio acordaron hoy nuevas medidas fiscales de ahorro,
que Serbia debe aplicar para tener acceso la ayuda crediticia de esa
institución financiera para superar los efectos de la crisis
económica mundial.
Las autoridades serbias se han comprometido a emprender unas
reformas estructurales para reducir los gastos en la administración
pública, con un importante recorte del número de funcionarios y
reformar de forma paulatina el sistema de pensiones, paso que se
prevé bastante difícil.
La ministra serbia de Finanzas, Dijana Dragutinovic, declaró hoy
en rueda de prensa que en 2010 seguirá en vigor la medida que ya se
aplica este año de congelación de los sueldos en el sector público y
de las pensiones, y que con ello deberían lograrse los mayores
ahorros para el presupuesto estatal.
Dragutinovic precisó que el gasto público será el año próximo el
41,4 por ciento del PIB, 3 puntos menos que en 2008.
Vaticinó que la reducción del gasto abrirá más espacio para
inversiones de capital y estímulos financieros "indispensables para
la economía".
El acuerdo con el FMI es importante para Serbia porque garantiza
la estabilidad de la moneda nacional y la inflación, y es una señal
positiva para los inversores extranjeros.
En 2009, la inflación quedará por debajo del 10 por ciento, y en
2010 se espera que sea de un 6 por ciento.
Serbia pactó la pasada primavera con el FMI un acuerdo por valor
de 3.000 millones de euros por un período de dos años para el
mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y financiera, pero su
uso depende del éxito de las medidas aplicadas.
El representante de la misión del FMI, Albert Jaeger, declaró en
rueda de prensa tras dos semanas de negociaciones con las
autoridades serbias que el déficit público de este año será del 4,5
por ciento del PIB, más de lo que se había previsto, y que para 2010
se prevé del 4 por ciento.
Jaeger indicó que Serbia ha cumplido la mayoría de sus
compromisos para 2009 y que "se han relajado las tensiones fiscales
y detenido la caída de la producción, a la vez que cae la
inflación".
No obstante, la "escasa demanda interna ha dificultado la
posición fiscal y ha agravado los problemas que afrontan las
empresas para devolver sus créditos", advirtió. EFE