Washington, 6 oct (EFE).- El FMI advierte hoy de que la
recuperación de EEUU "está comenzando a moderarse", principalmente
por el menor consumo de las familias y el desempleo alto, algo que
lastrará el crecimiento en 2010 y 2011.
En su último informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales,
el Fondo Monetario Internacional (FMI) augura un crecimiento del
producto interior bruto (PIB) estadounidense del 2,6% en 2010 y del
2,3% en 2011, lo que supone una revisión a la baja -de siete y seis
décimas, respectivamente- con respecto a sus cálculos de julio
pasado.
En su análisis, el FMI afirma que la "economía estadounidense se
está recuperando gracias a una política macroeconómica de estímulo
sin precedentes, medidas de emergencia para la estabilización
financiera y un repunte cíclico modesto".
Sin embargo, el ritmo de la expansión económica "está comenzando
a moderarse", advierte el organismo dirigido por Dominique
Strauss-Kahn.
En concreto, explica, la economía estadounidense creció a un
ritmo anual del 1,7% en el segundo trimestre, menos que el 3,7%
registrado en los primeros tres meses del año.
Es más, agrega el FMI, los indicadores "sugieren una recuperación
débil en los próximos trimestres".
El Fondo atribuye buena parte de esta debilidad al reducido
consumo privado, el mayor componente del PIB de EEUU.
Al respecto, la institución explica que el patrimonio de los
hogares estadounidenses se ha "deteriorado fuertemente", los precios
de las casas han caído en entre un 25 y un 30% durante los últimos
tres años, el desempleo sigue siendo alto -con una tasa del 9,6%- y
los bancos siguen estando reacios a conceder créditos a los
consumidores.
Teniendo en cuenta el inusualmente bajo nivel de ahorro de los
estadounidenses antes de la crisis junto a la pérdida del valor de
su patrimonio, "el deseo de ahorrar permanecerá previsiblemente
fuerte", señala el FMI.
El déficit por cuenta corriente se mantendrá a medio plazo en
torno al 3,3% del PIB, lo que supone un porcentaje mucho menor que
en los años previos a la crisis.
"La perspectiva más probable para la economía estadounidense es
una recuperación continuada pero lenta, con crecimientos mucho
menores" que en anteriores periodos críticos, destaca el Fondo.
La tasa de desempleo permanecerá alta, con un 9,7% en 2010 y un
9,6% en 2011.
Frente a este escenario, el índice de precios de consumo (IPC)
permanecerá bajo. El FMI prevé una inflación del 1,4% este año y del
1% el próximo.
Los riesgos siguen siendo elevados, destaca el informe.
El mercado inmobiliario residencial y comercial siguen siendo
frágiles, las restricciones a los créditos en bancos pequeños y
medianos podrían frenar la recuperación de las condiciones
crediticias normales y el fuerte incremento de la deuda del Estado
ha intensificado la falta de confianza de los mercados financieros.
El relajamiento de la presión sobre los precios sumado a un
mercado laboral débil y una demanda del consumo relativamente baja
apuntan además al riesgo de deflación.
Frente a este reto, el Gobierno de EEUU tendrá que encontrar la
manera de terminar una política intervencionista sin socavar la
frágil recuperación, señala el FMI.
Un desafío macroeconómico claro es garantizar que la deuda
pública se sitúe en un terreno sostenible sin perjudicar la
recuperación. El déficit se situará en torno al 10% del PIB tanto en
2010 como en 2011.
La política monetaria de EEUU debería ser de tipos de interés
bajos debido a la débil presión inflacionista, un crecimiento
inferior a lo que debería ser y persistentes tensiones financieras,
afirma. EFE