Washington, 21 abr (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI)
elevó hoy su previsión de crecimiento de EE.UU. para 2010 y 2011,
hasta el 3,1 y el 2,6 por ciento respectivamente, aunque alertó del
lastre que suponen el alto desempleo y el déficit que arrastra el
país.
En su último informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales,
el FMI reconoce la efectividad del plan de estímulo puesto en marcha
por el Gobierno de Barack Obama, que sumó un punto al crecimiento
económico del 2009, que fue del 2,4 por ciento.
Para este año, los expertos del Fondo creen que la mayor economía
del mundo crecerá un 3,1 por ciento, cinco décimas más que lo que
calculaba en enero, y para el 2011 prevén un 2,6 por ciento, dos
décimas por encima de lo que estimaba hace tres meses.
Pese a las fortaleza que revelan estas cifras, los expertos del
Fondo no ocultan que EE.UU. sufre algunas debilidades.
En primer lugar, el consumo interno -tradicionalmente el motor
económico del país- sigue siendo flojo, en parte porque las familias
están ahorrando más de lo habitual para recuperar lo perdido con la
crisis.
Otro de los talones de Aquiles de EE.UU. es el mercado laboral,
que ha perdido siete millones de puestos de trabajo desde que se
inició la crisis y sigue destruyendo empleos mes a mes. Además, 8,8
millones de personas se han tenido que conformar con un trabajo a
tiempo parcial.
Los expertos alertan además de que la tasa de desempleo, que está
cerca del 10 por ciento, es demasiado alta dado el comportamiento
positivo que está registrando el PIB. Una explicación podría ser que
las empresas siguen teniendo dificultades para acceder al crédito y,
por tanto, para poder contratar personal.
El FMI cree que el desempleo seguirá siendo alto en el 2010,
alrededor de un 9 por ciento, antes de bajar a aproximadamente el 8
por ciento en el 2011, conforme mejore el entorno económico.
Para el Fondo, la inflación en EE.UU. está bajo control, con un
2,1 por ciento este año y un 1,7 por ciento el que viene, lo que
facilitará que los tipos de interés, que están en un nivel
históricamente bajo, puedan seguir ayudando a la recuperación
económica.
La única sombra de peso que se proyecta sobre el futuro de EE.UU.
es su gigantesco déficit fiscal. El Gobierno, explica el FMI, debe
poner sobre la meses un plan "creíble" que demuestre que puede
reducir su gasto y ahorrar, al igual que están haciendo las
familias.
"Cuando el país esté inmerso en una recuperación sólida, la
consolidación fiscal debe ser su prioridad principal", advierten los
expertos del Fondo, que son conscientes de que las previsiones más
conservadoras apuntan a un déficit del 8 por ciento del PIB en el
2020 y un endeudamiento del cien por cien.
Los expertos del fondo apuntan como otro de los temas que debe
afrontar el Gobierno la regulación financiera, y en este sentido dan
la bienvenida a las conversaciones que se han abierto en el Congreso
estadounidense para endurecer la reglamentación de los mercados. EFE