Virginia Hebrero
Davos (Suiza), 31 ene (EFE).- La cuadragésima edición del Foro de
Davos cerró sus puertas hoy sin consenso sobre la deseada reforma
del sistema financiero que muchos gobiernos desean aplicar para
evitar una nueva crisis mundial, y con advertencias de que los
bancos están volviendo a las prácticas que la provocaron.
Con el mundo aún convaleciente de la profunda crisis financiera
global, también planeó la idea de que no se deben echar las campanas
al vuelo ante los indicios de recuperación económica.
Esta edición volvió a congregar a los invitados habituales: la
flor y nata de las finanzas, las empresas, numerosos millonarios y
responsables políticos, entre ellos una treintena de jefes de Estado
o gobierno, que debatieron durante cinco días sobre cómo volver a un
crecimiento económico sostenido o cómo frenar el cambio climático,
entre otros temas.
Varias ideas recurrentes se escucharon a lo largo de las sesiones
y dejaron frases para la reflexión.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI),
Dominique Strauss-Kahn, dijo que actualmente tiene lugar una vuelta
al crecimiento económico "más pronto de lo que se esperaba, pero que
todavía es frágil".
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet,
afirmó que se debe "mejorar notablemente la regulación" del sistema
financiero y hacerlo "más resistente que antes" con normas globales.
Larry Summers, el principal asesor de política económica del
presidente de EEUU, Barack Obama, señaló que el crecimiento del
Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense en el cuarto trimestre
del 2009, del 5,7 por ciento, no es suficiente "para descorchar la
botella de champán".
"Lo que vemos en EEUU, y quizá en otros países, es una
recuperación económica estadística y una recesión humana", dijo
Summers, en referencia a que "uno de cada cinco hombres en una edad
entre 25 y 54 años no trabaja en estos momentos, lo que contrasta
con el empleo del 95 por ciento de los años sesenta".
El director general del Banco de Pagos Internacionales (BPI),
Jaime Caruana, advirtió de que los mercados vuelven a tomar riesgos
a corto plazo que no contribuyen a la estabilidad, e hizo hincapié
en que los bancos deben sanear sus balances y en que no se puede
volver al crecimiento basado en el endeudamiento.
En el terreno de los líderes políticos, el mediático presidente
francés, Nicolas Sarkozy, convertido en campeón del capitalismo de
rostro humano, inauguró oficialmente el Foro con fuertes críticas a
los excesos del sistema, y dejó también varias frases para la
historia.
"Todos sabemos lo que hubiera ocurrido sin la intervención
estatal para mantener la confianza y apoyar la actividad: todo se
habría hundido", afirmó Sarkozy.
"No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de
derechas, ni de izquierdas, es una realidad", apostilló.
Latinoamérica tuvo una fuerte presencia con los presidentes de
Colombia, Álvaro Uribe, y de México, Felipe Calderón, dos habituales
de esta cita, donde multiplican sus encuentros de negocios para
atraerse inversiones.
Calderón se presentó, además, como adalid de la lucha contra el
cambio climático, de cara a la próxima reunión de las partes que
tendrá lugar este año en Cancún en busca de un acuerdo que sustituya
al de Kyoto, y tras el fracaso de la cumbre de Copenhague.
Esta edición del Foro fue también la del "estreno" en Davos del
presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien
aseguró ante la elite económica y empresarial mundial que España es
un país "cumplidor" y la defendió de las críticas que ha recibido
por su alto déficit y desempleo.
"Nadie se va a salir del euro, sino que tendremos más países; el
club del euro es un club fuerte, con un vínculo sólido de apoyo
recíproco, que nadie se equivoque", recordó a quienes han sugerido
en Davos que países como España o Grecia pueden lastrar la eurozona.
En la exclusiva estación alpina suiza faltó en esa ocasión el
"glamour" de estrellas asistentes otros años, como Angelina Jolie, o
el cantante Bono, y la "gente guapa" apenas estuvo representada, en
su versión más seria, por la reina Rania de Jordania, otra habitual
del Foro. EFE