París, 25 jun (EFE).- El primer ministro francés, François
Fillon, se mostró hoy dispuesto a negociar su reforma de las
pensiones con los sindicatos, que ayer organizaron una jornada de
protesta con fuerte seguimiento, pero no los tres ejes principales,
sobre los que dijo que no transigirá.
"El interés general nos exige no transigir con los principales
puntos de la reforma", pero "eso no quiere decir que no hay espacio
para la discusión", afirmó Fillon en una conferencia de prensa
dedicada a defender su proyecto, pero también a lanzar señales en
dirección a los sindicatos.
Precisó que no aceptará cambios en la idea de elevar la edad
mínima de jubilación de 60 a 62 años, ni en el aumento del periodo
de cotizaciones hasta 41,5 años para tener derecho a una pensión
completa, ni a subir la tasa de cotización de los funcionarios para
equipararla con la de los empleados del sector privado.
Sí que podrá haber modificaciones en puntos como la posibilidad
de que aquellos que han cotizado el máximo requerido puedan
jubilarse antes de llegar a la edad legal, el reconocimiento de los
oficios más penosos con compensaciones a la hora de retirarse o el
problema de quienes han cotizado a diversos regímenes de pensiones.
"Son cuestiones que muestran que el proyecto sigue abierto", dijo
el jefe del Ejecutivo, que insistió en que "ninguna movilización
solucionará los problemas demográficos que amenazan las pensiones",
que sólo pueden resolverse aumentando la edad de jubilación.
Aseguró que "el Gobierno escucha la voz de los que se
manifiestan, pero también la de los que no se manifiestan", en
alusión a la movilización de ayer, que sacó a la calle entre 800.000
personas -según la policía- y dos millones -según los sindicatos-.
Criticó la propuesta de las centrales y de la oposición de
izquierdas de financiar una parte del déficit del sistema de
pensiones con mayores impuestos sobre el capital, ya que a su juicio
eso "es desconocer el principio del reparto" por el que los
pensionistas cobran del dinero recaudado por las cotizaciones de los
trabajadores en cada momento.
Alterar ese principio, argumentó, significaría que las pensiones
dependerían de las fluctuaciones de la bolsa y de las
deslocalizaciones de empresas.
Fillon reiteró que el objetivo es equilibrar el sistema de
pensiones -que ahora ya es deficitario- en el horizonte de 2018, y
que el Consejo de Ministros adoptará el proyecto de ley de reforma
de las pensiones el próximo 13 de julio para que inicie su
tramitación parlamentaria a la vuelta de las vacaciones.
La eventual negociación con los interlocutores sociales -que van
a ser recibidos en los próximos días por el ministro de Trabajo,
Eric Woerth- se tendrá que hacer probablemente después del 13 de
julio, teniendo en cuenta la complejidad de los asuntos, precisó el
primer ministro. EFE