Pekín, 15 jul (EFE).- El Mercado de la Seda de Pekín, muy popular
entre los turistas extranjeros por su amplia oferta de imitaciones
de ropa, zapatos y bolsos, inició una campaña para cerrar los
puestos que venden falsificaciones en el plazo de ocho meses,
informó hoy el diario oficialista "Global Times".
La empresa Beijing Xiushui, que gestiona el mercado, quiere
cerrar y remodelar todos aquellos establecimientos en los que se
vendan imitaciones, y obligar a los comerciantes a ofrecer productos
de marcas de origen chino, preferentemente la propia firma del
mercado (Silk Street), creada el pasado año.
El mercado toma su nombre de la calle en la que se sitúa, y hasta
hace cuatro años era un conjunto de pequeños puestos callejeros que
vendían ropa y zapatos, imitaciones en su mayoría, para turistas en
busca de artículos baratos, en una zona rodeada de embajadas y
hoteles de lujo.
En 2005 se levantó un edifico de 35.000 metros cuadrados con
siete pisos de altura y tres subterráneos en el que hay unos 2.010
establecimientos comerciales, visitados cada día por más de 20.000
personas.
Las quejas de las grandes firmas de moda internacionales
obligaron a los dueños del establecimiento a lanzar varias campañas
contra la venta de falsificaciones, pero la práctica continúa.
El Mercado de la Seda no es el único lugar en la capital de China
en el que se pueden adquirir objetos falsificados, pero sí el más
conocido por los turistas extranjeros. EFE