Antonio Sánchez Solís
Viena, 23 ene (EFE).- Los precios del petróleo sufrieron una
nueva semana de varapalos y una devaluación del 5 por ciento,
arrastrados por la negativa reacción de las Bolsas al plan de la
Casa Blanca de restringir la actividad de los bancos y por las aún
existentes dudas sobre la recuperación económica.
El "oro negro" siguió así una semana más alejándose del optimismo
vivido en los primeros días del año, cuando los precios superaron la
barrera de los 80 dólares por barril.
La semana laboral que ayer terminó incidió en esa tendencia y
situó los crudos de referencia internacional en torno a los 72 y 74
dólares/barril.
La única buena noticia llegó el martes de manos de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en su
informe mensual elevó levemente, en 20.000 barriles diarios, su
previsión de consumo de crudo en 2010.
La nueva estimación de demanda de 85,15 millones de barriles al
día apenas mejoró los cálculos del pasado mes, pero sí sirvió para
insuflar optimismo en que la recuperación económica se mantiene y
para que el precio del crudo respondiera al alza.
Unas ganancias que retrocedieron el miércoles al combinarse el
fortalecimiento del dólar, lo que hace menos atractiva las
operaciones con el "oro negro", con varias señales negativas sobre
la marcha de la economía.
Malos datos sobre el sector de la construcción en Estados Unidos
y el anuncio de que China podría reducir sus importaciones de
materias primas se aunaron para devaluar el precio del crudo.
En medio de ese ambiente de pesimismo, la publicación el jueves
de los esperados datos sobre reservas de petróleo y derivados sirvió
para dar un nuevo mazazo a los mercados petroleros.
El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) indicó que las
reservas de petróleo en este país disminuyeron en 400.000 barriles
la semana pasada y quedaron en 330,6 millones de barriles.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses informaron que las
existencias de gasolina aumentaron en 3,9 millones de barriles
(1,7%) la semana pasada, con lo que se situaron en 227,4 millones.
Ese incremento echó más sombra sobre operadores e inversores,
preocupados por el lento ritmo de recuperación de la demanda
energética en Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo.
Pero fue un elemento ajeno, en principio, al mercado del crudo el
que terminó por hundir las cotizaciones. Y es que el petróleo se
dejó arrastrar por las perdidas generalizadas con las que las Bolsas
recibieron la intención del presidente de EEUU, Barack Obama, de
aplicar restricciones y limitaciones a la Banca.
El plan de Obama y los problemas para la renovación del mandato
de Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal, empujaron a Wall
Street a su nivel más bajo desde el 6 de noviembre, al tiempo que
las Bolsas de Londres y Fráncfort también registraron importantes
descensos en la sesión del viernes.
Así, al terminar la semana, el petróleo Brent de referencia en
Europa marcó un precio de 72,38 dólares en el Intercontinental
Exchange Futures de Londres, acumulando así una rebaja del 5,4 por
ciento respecto a la cotización del pasado viernes.
En la Bolsa Mercantil de Nueva York, el barril de Texas se pagó
el viernes a 74,54 dólares, un 4,4 por ciento menos que la semana
anterior.
Por su parte, el crudo de referencia de la OPEP se pagó el
jueves, última cotización anunciada, a 77,59 dólares por barril, un
por ciento menos que el jueves anterior. EFE