Rosa López
Madrid, 23 ene (EFE).- El llamado "plan Obama" conmocionó esta
semana el mundo económico y sobre todo los mercados, que recibieron
con pérdidas generalizadas el anuncio del presidente de EEUU de
aplicar restricciones y limitaciones a los bancos.
"Si quieren pelea, la tendrán", dijo el jueves al presentar el
plan Barak Obama, en una especie de órdago a la Banca, a la que
acusa de ser el origen de una recesión que destruyó siete millones
de empleos.
El anuncio llega una semana después de la propuesta de aplicar
una nueva tasa del 0,15% al pasivo no asegurado de las grandes
entidades, impuesto que la Unión Europea (UE) estudiará, según
acordó el Consejo de Ministros de Economía, a propuesta de Suecia.
Europa se ha sumado al intento de EEUU de atar corto a la Banca.
Así, Alemania, Francia y Reino Unido ofrecieron el viernes cierto
respaldo al plan, aunque dado que cada uno tiene ideas propias sobre
la regulación bancaria, no hablaron de compromisos.
En España, el Gobierno comparte el diagnóstico de Obama sobre las
causas de la crisis y las herramientas para que no se repita, según
dijo la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega,
aunque puntualizó que cada país debe aplicar "sus propias recetas".
A la crisis se refirieron sendos informes del Banco Mundial (BM)
y de Naciones Unidas publicados esta semana.
Según el informe del BM titulado "Perspectivas Económicas
Globales", la economía aumentará un 2,7% este año gracias en buena
medida al empuje de los países emergentes y un 3,2% en 2011.
El informe subraya que la recuperación en el mundo en desarrollo
será "relativamente robusta", con un crecimiento esperado del 5,2%
en 2010 y del 5,8% en 2011.
La ONU, en su informe "Situación y perspectivas económicas
globales para 2010", indica que la economía mundial registrará en
2010 un crecimiento global en torno al 2,4%, aunque alerta de que
"la recuperación es frágil".
Y cuando todos los países siguen luchando por salir de la crisis,
China aumentó su PIB un 10,7% en el cuarto trimestre de 2009 sobre
igual periodo de 2008, lo que sitúa la cifra para todo el año en
33,53 billones de yuanes (3,48 billones de euros), un 8,7% más.
Como era de esperar, los principales mercados del mundo se
resintieron por el anuncio del presidente Obama, aunque el de EEUU
también por las dudas sobre la reelección como presidente de la
Reserva Federal de Ben Bernanke, cuyo mandado vence el 31 de enero.
El Dow Jones cayó un 4,19% y cerró su peor semana desde febrero
de 2009, poco antes de que las bolsas de todo el mundo tocaran fondo
a causa de la crisis del sector financiero.
También cayeron las principales bolsas europeas: Madrid, el
3,98%; Milán, el 3,85%; París, el 3,38%; Fráncfort, el 3,07%, y
Londres, el 2,79%.
En América Latina, las bolsas de Sao Paulo y México, las mayores
de la región, lideraron las pérdidas -del 4% y el 4,11%,
respectivamente-, y sólo Santiago y Montevideo cerraron en positivo.
A la baja cerraron los mercados asiáticos, en una semana marcada
por las continuas preocupaciones respecto a las medidas de China
para controlar su liquidez y los nuevos planes de Obama.
El índice trasnacional MSCI Asia Pacífico, que resume la pauta de
las principales plazas de la región, cedió un 3,45%, y el Nikkei de
la bolsa de Tokio perdió un 3,56%.
Una nueva semana de varapalos sufrieron los precios del petróleo,
con una depreciación del 5%, arrastrados por la negativa reacción de
las bolsas al "plan Obama" y por las dudas sobre la recuperación
económica.
Los crudos de referencia internacional -Brent y Texas- se
situaron en torno a los 72 y 74 dólares/barril, y el de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se pagó el
jueves, última cotización anunciada, a 77,59 dólares por barril, un
5% menos que el mismo día de la semana anterior.
La única buena noticia en este sector llegó el martes,
precisamente de la OPEP, que en su informe mensual elevó en 20.000
barriles diarios su previsión de consumo de crudo en 2010, que se
sitúa en 85,15 millones de barriles al día. EFE