Antonio Sánchez Solís
Viena, 27 feb (EFE).- La última semana del mes ha sacudido los
mercados del crudo con fuertes altibajos, lo que no ha impedido que
las cotizaciones cerraran el mes con una ganancia total de en torno
al 9 por ciento.
Esa importante alza durante febrero se produjo pese a la
inestabilidad que acusó el precio de los crudos de referencia
internacional durante una semana, que cerró ayer las cotizaciones
con ligeras pérdidas respecto al viernes anterior.
Con todo, el barril de Texas estadounidense alcanzó los 79,66
dólares en su última cotización del mes en la Bolsa Mercantil de
Nueva York, con lo que ha ganado un 9,28 desde que comenzó el mes.
Por su parte, el Brent de referencia europea acabó la semana en
el Intercontinental Exchange Futures con un precio de 77,59 dólares
por barril, un 9 por ciento más que al comenzar el mes.
Por su parte, a la espera de que se anuncien las cotizaciones del
último día del mes, el petróleo de referencia de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha revalorizado más de un
6 por ciento durante el mes de febrero. Pese a ello, el precio medio
del barril OPEP durante el mes ha sido de 72,81 dólares, un 4 por
ciento menos que la media de enero.
La semana comenzó bien para las cotizaciones del "oro negro". Un
dólar a la baja frente al euro impulsó la inversión en crudos, que
se vio también beneficiada por la decisión la semana pasada de la
Reserva Federal de Estados Unidos de elevar los tipos de interés que
cobra a los bancos.
Ese paso fue interpretado por los mercados como una señal de que
la economía del mayor consumidor mundial de crudo continúa con su
progresiva recuperación.
Pero la desconfianza generada de la grave recesión económica
impidió que esa actitud optimista se mantuviera en el tiempo.
El martes, el Brent y el Texas perdieron con creces las ganancias
de la jornada anterior tras hacerse público un estudio que refleja
un aumento del pesimismo de los consumidores estadounidenses
respecto de la evolución de la economía, lo que podría repercutir en
un menor consumo de combustibles.
La montaña rusa de altibajos continuó al día siguiente, con alzas
de hasta el 1,8 por ciento en el precio de los crudos
internacionales, tras conocerse que las reservas de gasolina en
Estados Unidos descendieron en 900.000 barriles, al tiempo que
subían las existencias de crudo.
Pero el mazazo más fuerte de la semana llegó el jueves, cuando el
Departamento de Trabajo estadounidense informó de que la semana
pasada subieron las peticiones de subsidio por desempleo, hasta
marcar la cifra más alta desde mediados de noviembre.
Las dudas que ese dato arrojó sobre la rapidez con la que se está
recuperando la economía estadounidense hundieron las cotizaciones
del Brent y del Texas un 2,3 por ciento.
El ascensor de precios terminó el viernes con subidas de hasta el
1,9 por ciento. Ese día, el dato que dominó la jornada fue el
anuncio de que la actividad económica en EEUU creció en el último
trimestre de 2009 a una tasa del 5,9 por ciento, más de lo que se
había calculado inicialmente.
Otro elemento importante fue la petición del Fondo Monetario
Internacional (FMI) de eliminar los subsidios que abaratan el
consumo de combustible en muchos países para sanear las finanzas
públicas y combatir el cambio climático.
El FMI ha instado reiteradamente a la supresión de esas
subvenciones, usadas en países como Arabia Saudí, Irán, Venezuela y
Ecuador, porque incentivan el consumo excesivo y suponen una gran
carga presupuestaria. EFE