Londres, 2 nov (EFE).- El Santander podrá pujar por algunas de
las 312 filiales del Royal Bank of Scotland, aunque siempre
respetando las reglas sobre competencia acordadas por el Gobierno
británico y la Comisión Europea, según informa hoy el Financial
Times.
El Santander tiene actualmente una cuota inferior al 8 por ciento
del mercado de créditos a la pequeña empresa y se le permitirá pujar
hasta un límite cuando el RBS ponga a la venta esas oficinas.
El grupo español, ya propietario de otros bancos británicos como
el Abbey, Alliance & Leicester y el Bradford & Bingley, no podrá
comprar más que un puñado de las filiales que pongan en venta el
RBS y el Lloyds Banking Group, explica el periódico.
El Santander tiene actualmente una cuota próxima al 14 por ciento
del mercado de banca minorista en el Reino Unido.
El Gobierno británico pretende que ningún banco llegue a
controlar más del 15 por ciento de un mercado específico cuando
compre algunas de las 700 filiales de esos bancos parcialmente
nacionalizados.
Esa importante condición impedirá pujar tanto al HSBC como al
Barclays y permitirá por el contrario la entrada en el mercado de
nuevos actores como el grupo Virgin o Tesco, la mayor cadena de
supermercados del Reino Unido.
La comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, ha pedido
al Gobierno que fuerce la venta de activos como la marca Cheltenham
& Gloucester, del grupo Lloyds, y la parte "buena" del Northern
Rock, el primero de los bancos nacionalizados tras estallar la
crisis.
El Royal Bank of Scotland ha aceptado vender sus aseguradoras
Direct Line, Churchill y Greenflag, así como las oficinas que tiene
en Inglaterra bajo la marca RBS, y es posible que tenga también que
vender partes de su negocio de banca de inversión, GBM.
Se espera que el grupo Lloyds venda a su vez su banco hipotecario
Cheltenham & Gloucester, sus sucursales Lloyds TSB en Escocia y la
división de internet Intelligent Finance.
Esta semana, el ministro de Finanzas, Alistair Darling, debe
informar a la Cámara de los Comunes de la marcha del mecanismo de
protección de activos destinado a asegurar los activos
potencialmente tóxicos del RBS y el Lloyds.
Se cree que Darling anuncie que el RBS acepta entrar en ese
mecanismo, lo que aumentaría la participación del Gobierno en el
banco desde el 70 por ciento actual hasta un 84 por ciento.
El banco escocés lo hará, sin embargo, bajo nuevas condiciones:
tendrá que pagar una comisión anual de 1.000 millones de libras
(1.100 millones de euros) en lugar de los 6.500 millones (7.150
millones de euros) exigidos inicialmente.
Como contrapartida, en vez de los 325.000 millones de libras
(357.500 millones de euros), el Estado asegurará sólo 280.000
millones (308.000 millones de euros).
El Gobierno inyectará 26.000 millones de libras (28.600 millones
de euros) de capital inicial en el RBS a cambio de acciones "B", es
decir sin derecho a voto.
El ministro de Finanzas se propone anunciar asimismo una
ampliación de capital del Lloyds que permitirá a este grupo salirse
del mecanismo de protección de activos a cambio de una indemnización
por ruptura de contrato de 2.500 millones de libras (2.750 millones
de euros). EFE