Investing.com – El dólar perdió posiciones con respecto a su homónimo canadiense este martes, aunque se mantuvo próximo a máximos de más de 11 años pues las preocupaciones en torno al crecimiento y las tensiones suscitadas en Oriente Próximo lastraban la confianza de los mercados.
El par USD/CAD alcanzó el nivel de 1,3898 a primera hora de la jornada de negociación en Estados Unidos, mínimos de la sesión; posteriormente, el par se consolidó en 1,3939, retrocediendo un 0,09%.
Era posible que el cruce encontrara un soporte en 1,3811, mínimos del lunes, y una resistencia en 1,4000, máximos del 18 de diciembre y de los últimos 11 años.
Los inversores mantenían la cautela tras conocerse el lunes que la lectura del índice Caixin de gestores de compras del sector manufacturero de China ha descendido este mes hasta situarse en 48,2 puntos frente a la de diciembre, que ascendía a 48,6 puntos.
Esta ha sido la lectura más baja registrada desde septiembre, muy por debajo del nivel de 50 puntos, lo que indica una contracción del sector industrial.
El nerviosismo se instaló en los mercados ante las crecientes tensiones geopolíticas suscitadas en Oriente Próximo después de que Arabia Saudí ejecutara a un destacado clérigo shiíta, provocando un ataque en represalia a la embajada saudí de Irán.
Según datos publicados este martes en Canadá, el índice sobre los precios de las materias primas descendió un 4,0% en noviembre, a pesar de las expectativas que apuntaban a un descenso del 3,0% tras la subida del 0,4% registrada el mes anterior.
La divisa de Canadá perdió posiciones con respecto al euro, avanzando el cruce EUR/CAD un 0,87% hasta el nivel de 1,4981.
Eurostat anunció que la tasa de inflación anual de la zona euro subió sólo un 0,2% en diciembre, igualando la lectura de noviembre a pesar de los pronósticos que apuntaban a una subida del 0,3%.
La inflación básica, de la que se excluyen los costes de los alimentos y la energía, subió en diciembre un 0,9%, a pesar de los pronósticos que hablaban de un 1,0% e igualando asimismo la lectura de noviembre.
Estos poco alentadores datos contribuían a la presión que se ejerce sobre el Banco Central Europeo para que implemente más medidas para impulsar los precios y el crecimiento económico en la región. El BCE tiene fijado su objetivo de inflación en niveles inferiores aunque próximos al 2%.