Investing.com – El dólar estadounidense apenas registró variaciones con respecto a su homónimo canadiense este lunes ya que los inversores seguían asimilando la heterogénea tanda de datos de Estados Unidos de este viernes antes de la publicación de las actas de última reunión sobre política monetaria de la Reserva Federal.
El USD/CAD alcanzó el nivel de 1.0861 y se movió en un rango limitado de entre 1,0851 y 1,0867.
Era posible que el cruce encontrara un soporte en 1,0815 y una resistencia en 1,0887, el máximo de este viernes.
Los inversores mantenían la cautela a la espera de las actas de la última reunión sobre política monetaria de la Fed, previstas para este miércoles, pues esperan que de ellas se desprendan importantes percepciones del banco en cuanto a la economía.
Según datos publicados este viernes, la construcción de vivienda en Estados Unidos experimentó en abril la mayor subida de los últimos cinco meses, lo que significa que la economía se está recuperando de la ralentización sufrida este invierno debido a las inclemencias del tiempo
Sin embargo, los alentadores datos sobre vivienda se vieron eclipsados por el informe que evidenciaba que la confianza de los consumidores de Estados Unidos se deterioró este mes.
Mientras, la creciente tensión geopolítica de Ucrania y Libia lastraba el interés por el riesgo.
Los enfrentamientos entre separatistas prorrusos y fuerzas armadas del Gobierno de Ucrania al este del país se agravaron este lunes resultando en la muerte de un soldado ucraniano.
También este lunes, la situación en Ucrania siguió agravándose después de que unos hombres armados irrumpieran este domingo en el Parlamento en el peor acto de violencia que ha presenciado al país desde la guerra contra Muammar Qaddafi en 2011.
El dólar canadiense perdió posiciones con respecto al euro; el par EUR/CAD se apuntó un alza del 0,19% hasta 1,4908.
Las ganancias del euro fueron limitadas ante las expectativas de que el Banco Central Europeo implemente nuevas medidas de relajación en su próxima reunión de junio, para salvaguardar la recuperación de la zona del euro y evitar que la inflación de la región alcance niveles demasiado bajos.