Londres, 18 jul (EFE).- Miles de empleados del sector siderúrgico
se manifestaron hoy en el área de Teeside, noreste de Inglaterra,
para solicitar que no cierre una planta de Corus en la región, lo
que puede suponer la pérdida de numerosos puestos de trabajo.
La compañía ha advertido de que puede verse obligada a cerrar la
planta, de 150 años, porque un consorcio formado por varias
compañías ha decidido no continuar con la compra de su acero.
Los sindicatos indicaron hoy que 2.000 puestos están en peligro
si cierra la planta, así como otros mil que dependen de ella.
Las conversaciones con el consorcio han atravesado por
dificultades debido a la caída de la demanda de acero.
El representante del sindicato Unite, Derek Simpson, ha señalado
que esta marcha pretende demostrar la importancia de esta planta.
"Los miles de trabajadores de Corus deben ser apoyados a fin de
mantener una industria de nivel mundial en el futuro", dijo Simpson.
Por su parte, Bob Bolam, otro de los sindicalistas de Unite, que
defiende a los empleados siderúrgicos, resaltó que esta no es una
protesta, sino una marcha para llamar la atención sobre la
importancia de la planta y para que el Gobierno británico dialogue
con Corus a fin de mantener la producción en Teeside.
Corus, de propiedad de Tata Steel, emplea a 42.000 trabajadores
en todo el mundo, 24.000 de ellos en el Reino Unido.
La compañía -que cuenta en el Reino Unido con plantas en Port
Talbot (Gales), Scunthorpe (noreste de Inglaterra) y Teeside (norte
inglés)- ha resultado afectada por la situación en sus dos
principales mercados, el de la construcción y el motor.
Corus, la segunda compañía de acero de Europa y novena del mundo,
se formó hace diez años de la fusión de British Steel y la holandesa
Hoogovens, pero el año pasado fue adquirida por Tata Steel. EFE