Panamá, 14 abr (EFE).- Empresarios y sindicatos centroamericanos
coinciden en que no se debe firmar el Acuerdo de Asociación con la
Unión Europea (UE) "en las actuales condiciones" en que está
redactado, porque no beneficia a la región, según una fuente de la
sociedad civil.
El presidente del Consejo Consultivo de la Secretaría de la
Integración Centroamericana (CC-SICA), el salvadoreño Carlos Molina,
explicó hoy a corresponsales en Panamá que "hay consenso" entre los
representantes organizados de la sociedad civil de la región en que
no se debe firmar el acuerdo ahora.
Reconoció que, pese a las contradicciones internas entre los
centroamericanos, el pilar comercial del Acuerdo de Asociación con
la UE "no es conveniente" por la falta de apertura de los europeos y
las medidas para-arancelarias que puede aplicar en detrimento de la
región, que le disminuirían su cuota de acceso a mercado.
"El acuerdo no es el único instrumento de relación" birregional,
aclaró Molina, aunque resaltó que la UE es el principal socio
cooperante y de ayuda financiera para Centroamérica.
"No estamos satisfechos con la negociación hasta ahora. El
consenso entre la sociedad civil, incluyendo empresarios y
sindicatos, es que no debe firmarse el acuerdo porque puede ser
desfavorable así como está concebido", acotó.
En el pilar comercial, resaltó, la UE no ha cumplido su palabra
de respetar el trato preferencial y la asimetría con la región y más
bien "ha presionado para obtener cuotas de acceso libre de aranceles
muy altas", incluso "por encima del tratado de libre comercio entre
Centroamérica y Estados Unidos".
Denunció que la "inflexibilidad en las normas fitosanitarias"
puede servir a la UE para reducir cuotas de acceso al mercado a
Centroamérica y para productos como azúcar, café, banano, camarón y
etanol "la oferta europea es muy pequeña".
Por ejemplo, citó, la UE ofrece aumentar la cuota de caña de
azúcar de 60.000 a 150.000 toneladas anuales para toda la región,
pero los cañeros quieren al menos 300.000 toneladas.
Sobre la definición de reglas de origen "algo se flexibilizó en
la última ronda en Bruselas, pero no es suficiente", especificó.
En su opinión, la incorporación de Panamá a la negociación como
socio pleno en la pasada ronda obedece al interés de la UE "de
obtener acceso, con concesiones o ventajas arancelarias" a los
estratégicos puertos panameños a orillas del Canal.
"El interés está en el transporte marítimo panameño", enfatizó
Molina.
Reconoció, no obstante, que las propuestas en los pilares de
cooperación y político "son positivas" por cuanto impulsan el
compromiso de aumentar el respeto a los derechos humanos, a la buena
gobernanza, las garantías a los pueblos indígenas y en políticas de
género.
Lamentó que en el debate sobre migración y la normativa del
Parlamento Europeo de "criminalizar al inmigrante" no ha habido
avances porque los negociadores no pueden pasar por encima de las
leyes comunitarias.
La sociedad civil centroamericana si acepta en cambio la postura
europea de que la vigilancia del cumplimiento de los acuerdos que se
suscriban esté en manos del sector privado, aunque los Gobiernos
centroamericanos no quieren ceder ese control, explicó. EFE