Moscú, 1 ene (EFE).- A partir hoy la botella de medio litro de
vodka no podrá venderse en Rusia por menos de 89 rublos, casi tres
dólares, medida con la que el Gobierno se propone combatir la
fabricación clandestina de la bebida nacional.
El nuevo precio mínimo legal del vodka fue implantado a mediados
de diciembre pasado por el Servicio Federal de Regulación del
Mercado de Alcoholes, organismo gubernamental creado en 2009 con la
tarea de poner orden el sector de las bebidas alcohólicas.
Según algunos expertos, cerca de la mitad del vodka que se vende
en el país es fabricado ilegalmente.
De acuerdo con el Servicio Federal de Estadísticas, en los
primero once meses de 2009 en Rusia se produjeron 97,3 millones de
decalitros de vodka y otras bebidas alcohólicas de alta graduación,
lo que representa un 11 por ciento menos que en el mismo período del
año anterior.
La última vez que las autoridades rusas fijaron un precio mínimo
legal para el vodka fue en 2004, cuando fue establecido en 32
rublos, 1,1 dólares, según el tipo de cambio de entonces.
"La entrada en vigor medida priva a la producción ilegal de su
principal ventaja competitiva, su bajo precio, y ayudará a
incrementar los ingresos de la arcas fiscales", dijo a la agencia
Interfax Dmitri Dobrov, representante de la Unión de Productores de
Bebidas alcohólicas.
Hasta hace poco en algunos sitios se podía comprar el medio litro
de vodka en menos de 48 rublos, que es la suma que todo productor
legal debía pagar en concepto de impuestos por la fabricación de ese
volumen de bebida alcohólica.
En opinión de Dobrov, el establecimiento del precio mínimo legal
de venta del vodka al consumidor no es suficiente para ordenar el
mercado de las bebidas alcohólicas, y se requiere endurecer las
sanciones contra los productores ilegales.
En Rusia anualmente mueren por intoxicación etílica unas 40.000
personas, en gran parte por ingesta de bebidas fabricadas de manera
ilegal.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, ha calificado de
"desastre nacional" el nivel de alcoholismo en el país, donde el
consumo anual promedio de alcohol puro por habitante alcanza los 18
litros, más del doble de lo que la Organización Mundial de la Salud
considera pernicioso para el organismo.EFE